jueves, 6 de junio de 2013

Comunión, 9 de junio de 2013, X Domingo Ordinario - Ciclo C, No. 799

Prot. N° 13/2013
Circular No. 6 /2013
Asunto: Colecta a favor del Seminario Conciliar
A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada,
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:

«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a sus campos» (Mt 9, 37-38).

La Iglesia no ha dejado jamás de rogar al dueño de la mies que envíe obreros a su mies ni de dirigir a las nuevas generaciones una nítida y valiente propuesta vocacional, ayudándoles a discernir la verdad de la llamada de Dios para que respondan a ella con generosidad; ni puede dejar de dedicar un cuidado especial a la formación de los candidatos al presbiterado. (cf. Exh. Pastores Davo Vobis 2)

El seminario es la instancia que permite al Obispo proveer de pastores a su propia comunidad diocesana. Por esto, en la Diócesis de Querétaro intensificamos la oración por las vocaciones sacerdotales y celebramos el Día del Seminario. Para esto, se hará la colecta en favor del Seminario las siguientes fechas:

1. En las Parroquias, Templos, Rectorías y Capellanías de esta Ciudad Episcopal de Santiago de Querétaro, el  IV domingo de Pascua.

2 En las parroquias foráneas, decanato de Amealco, San Juan del Río, y parte de Soriano), el III domingo de Pascua.

3. Decanato de la Sierra Gorda y parte de Soriano: del 9 al 17 de junio.

4. Decanato de la Sierra de Guanajuato: del 24 al 30 de junio.

5. En el decanato de San Juan del Río se hará solamente promoción vocacional: del 17 al 23 de junio.

Les recuerdo que la colecta es obligatoria, no se hará otra colecta y ésta debe entregarse íntegra al Seminario Conciliar Diocesano. Puesto que todos tenemos un grave deber de orar por las vocaciones y sumarnos en el sostenimiento del Seminario. Los sacerdotes encargados de la Economía del Seminario les harán llegar los carteles, los sobres y las estampas con la oración por las vocaciones sacerdotales.

Agradezco a todos ustedes su disponibilidad y cooperación con el Obispo en este encargo del Señor, de orar por las vocaciones. El Señor les recompense su generosidad y empeño.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a 20 de marzo del 2013.


Fraternalmente en Cristo y María.


† Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller
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Corpus Christi en la Ciudad de Querétaro
El jueves 30 de mayo nuestro señor Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez presidio la Concelebración de la Santa Misa con ocasión de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, este año tuvo como Sede la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario del Rayo , ubicada en la colonia Cimatario. El Templo Parroquia estuvo colmado de fieles venidos de diferentes parroquias, y movimientos de toda la ciudad.

Al término de la Santa Misa se llevó a cabo una Solemne Procesión hasta el Templo Expiatorio (Carmelitas).
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LA VOZ DE NUESTRO SEÑOR OBISPO
† Faustino Armendáriz Jiménez
IX Obispo de Querétaro
No llores más
X Domingo del Tiempo Ordinario Lc. 7, 11 – 17
Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas.
Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba.
Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: «No llores.»
Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: «Joven, yo te lo mando, levántate.» Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Un santo temor se apoderó de todos y alababan a Dios, diciendo: «Es un gran profeta el que nos ha llegado. Dios ha visitado a su pueblo.»
Lo mismo se rumoreaba de él en todo el país judío y en sus alrededores. Palabra del Señor.
Hoy contemplamos a Jesús lleno de compasión hacia una viuda que va a enterrar a su hijo único. Detiene el cortejo fúnebre, consuela a la viuda pidiéndole, «no llores más», y levanta del féretro a su joven hijo, con lo cual nos está diciendo: «Yo soy la resurrección y la vida». Más tarde el mismo Jesús se alzará del sepulcro, para probarnos que su amor es más fuerte que la muerte, y nos señala que junto a Él, todos podremos tener vida en abundancia.
Llama la atención la actitud de cercanía de Jesús para con su pueblo, quien tenía claro que el traía la salvación y no se espera a que lleguen a «su oficina» para derramarla en la comunidad, sino que el caminaba, «se dirigía», hacia la pequeña población de Naím a buscar la necesidad y los dramas de una sociedad a la cual le sobraban las carencias, como hasta el día de hoy.
Él toma la iniciativa, ni siquiera espera el clamor de la madre adolorida por la pérdida de su joven hijo, por ello, la resurrección del hijo no ha estado precedida por la fe de la madre, sino por la compasión de Jesús; Jesús no ha resistido a la necesidad de ser misericordioso. Por eso el pueblo reconocerá, atónito, que Dios, el único que puede dar la vida (o quitarla), le ha visitado en la persona del profeta. Esta victoria sobre la muerte solo puede reconocerse en la alabanza a Dios; para vivir glorificando a Dios, basta saber que, compasivo ante nuestros males, no espera que le pidamos su intervención. Basta, como en Naím, que reconociéramos nuestra incapacidad para sostener nuestra vida con  nuestros propios medios. No hay que convencer a Dios para que intervenga: hemos de sabernos necesitados de su intervención.
Una invitación: a entusiasmarnos por saber que contamos con un Dios que nos tiene compasión, un Dios que sale a nuestro encuentro y no permanece insensible cuando nos ve sufrir; se decide a intervenir aun cuando no se lo hayamos pedido, cuando nos descubre abrumados, solos y desvalidos; un Dios cercano que camina en medio de nosotros, realizando la misión y voluntad de su Padre.
Una oración: Señor, haznos a tu manera, expertos en el ser humano, sanadores de heridas, consuelo de penas y muerte.
Otra oración: Señor, en tus manos encomendamos a tantas viudas, quienes en su soledad tienen detrás situaciones de violencia e inseguridad social; que encuentren camino del consuelo. Que te encuentren a ti, única fuerza y compañía en las soledades. Acércate a consolar a esas madres solas, porque tú entiendes el dolor que tanto agobia, y ábreles caminos de esperanza, de resurrección.
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El Concilio Vaticano II (1962-1967)
Coronación de la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano y Patrona de la Diócesis de Querétaro
En noviembre de 1963, la milagrosa Imagen,deja su Santuario de Soriano y se la lleva a la ciudad de Querétaro y a Parroquias foráneas para ser allí conocida y venerada. Por fin el 7 de febrero de 1964, el Emmo. Cardenal Sr. José Garibi Rivera y el Excmo. Sr. Alfonso Toriz, en nombre de Su Santidad Paulo VI depositaron sobre la cabeza de la Imagen de Nuestra Madre la Corona en medio de un delirante gozo de la multitud, entre ellos del Excmo. y Rvmo. Sr. Delegado Apostólico en México, Dr. D. Luis Raimondi, del Excmo. y Rvmo. Sr. Arzobispo de México, Dr. D. Miguel Darío Miranda, que predicó elocuente sermón, de otro cuatro prelados, de más de un centenar de sacerdotes y del numeroso concurso de fieles que llenaron la grande explanada en que se efectuó el acto.

No contentos con esto el 1° de enero de 1965, se forma el comité Pro Jura del Patronato de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano sobre la Diócesis de Querétaro. El Presidente del Comité, Mons. Ezequiel de la Isla, enviaba una comunicación a los sacerdotes de la Diócesis, en la que trazaba el camino para conseguir que, si no todos los fieles, a lo menos la mayor parte de los de cada una de las parroquias de la Diócesis hagan la misma petición al Prelado Diocesano hasta lograr sea un verdadero plebiscito del clero y pueblo a favor del Patronato de la Santísima Virgen de Soriano. Entonces el señor Obispo si se dignará acceder a ella, decretará la Jura del Patronato en las formas canónicas. Proclamado el patronato, el señor Obispo debía solicitar al Papa la confirmación de él, para que sea realmente en el sentido litúrgico.

Para llegar a tan feliz término era necesario promover en toda la Diócesis el conocimiento, amor y devoción a la Santísima Virgen. Y nada mejor que la visita de la Imagen a cada una de las parroquias a donde podía ser llevada sin sufrir detrimento alguno. Algo interesante, el Excmo. Sr. Obispo encomendó a Nuestra Señora de los Dolores, entre otras necesidades que lo preocupaban, la de dar término a las construcciones del nuevo (el actual) edificio del Seminario, para lo cual necesita urgentemente una fuerte suma de dinero. Para esto, todas las limosnas de la visita se entregarían al señor Obispo con este fin. En la visita de la V. Imagen, se pediría a los fieles su firma. (Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro, Marzo 1966, Pág. 39-40). Se recogieron numerosas firmas que alcanzaron la solicitud al Excmo. Sr. Obispo para que se dignara declararla Patrona Principal de la Diócesis. En sección extraordinaria celebrada 2 de octubre de 1968 y después de considerar detenidamente las razones en el Comité Pro Patronato de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano sobre la Diócesis se funda para solicitarlo, el M. I. y V. Cabildo Catedral, acordó adherirse a la petición para declarar y jurar a la Virgen María Patrona Principal de la Diócesis en esa hermosa y significativa Advocación y pedir después la confirmación de la Santa Sede. El 19 de noviembre de 1968, en una carta dirigida al señor Obispo, los religiosos residentes en la Diócesis, le hacia saber que una vez recogidos los votos de los representantes de ellas y de las corporaciones religiosas a favor del Patronato, se dignara declarar y jurar juntamente con ellos a la Santísima Virgen María Patrona de la Diócesis en esa hermosa y significativa advocación y pedir después la confirmación a la Santa Sede.

Mediante una carta pastoral del señor Obispo diocesano Don Alfonso Toriz Cobián, fechada el 6 de enero de 1969 hablaba de las razones por que la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano era elegida como Patrona y no así nuestra Señora del Pueblito: «Bien sabido es que la Santísima Virgen María en su título de Nuestra Señora del Pueblito, es Patrona principal de esta ciudad y de las parroquias de El Pueblito, La Cañada y Hércules. Podía trabajarse por extender su patronato a toda la diócesis, pero atendiendo a la gran devoción que se le tiene, sobre todo entre los campesinos, de los cuales es generalmente conocida en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano; a que este título es muy humano y consolador para los que, en una forma o en otra, sufren, hallando consuelo y fortaleza en ella; a la que la gente de las parroquias foráneas debe ser objeto de nuestra especial solicitud en sus necesidades espirituales y corporales. Nos ha parecido que sin dejar de reconocer cuanto debe Querétaro a la Virgen Santísima en la advocación de El Pueblito, y sin intentar menoscabar la devoción y cariño que se le tiene, nada perderá al declarar a Nuestra Señora de los Dolores de Soriano Patrona de toda la Diócesis, como sucede en otras Diócesis, en las cuales la Madre de Dios es Patrona de toda la diócesis bajo un título y de alguna de sus parroquias en otro, hemos decidido hacerlo». (Archivo Curia Diocesana).

El acto de la Jura del Patronato a nivel diocesano se había fijado pare el viernes 30 de mayo de 1969 en el Santuario de Soriano, pero se llevó a cabo el 18 de julio de 1969, se juro con extraordinaria solemnidad PATRONA PRINCIPAL DE TODA LA DIOCESIS A LA SENTISIMA VIRGEN MARIA EN SU ADVOCACION DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE SORIANO, como lo había pedido el M. I. y V. Cabildo y tal número de fieles de las parroquias de la Diócesis, que pudo decirse que toda ella lo solicitaba. Dicho juramento se hizo con entera espontaneidad y con grande fervor; mas, para que tuvieran valor jurídico, era condición indispensable que la Santa Sede, con autoridad suprema, lo confirmara.

El Excmo. señor Obispo se apresuro a exponer al Santo Padre el Papa Paulo VI, os hechos que motivaron el juramento y a pedirle esa gracia, con estas palabras: «Ahora a los pies de Vuestra Santidad, para que el Patronato quede canónicamente sancionado, le suplicamos se digne confirmarlo y ratificarlo, como prenda de que el Señor lo ha aprobado y para que pueda gozar de los privilegios que a los Patronos concede el Derecho Canónico y la Sagrada Liturgia»

El 21 de noviembre de 1969, por medio de una circular el Excmo. señor Obispo anunciaba al Ilmo. y Rvmo. Mons. Arcediano y Vicario General de la Diócesis, al M. I. y V. Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, al V. Clero Secular y Regular y a todos los diocesanos que había recibido un respetable documento en el que se concedía por parte de la Santa Sede la confirmación solicitada.

En la misma circular da a conocer en adelante se honrara con el significativo título de Patrona Principal y con los honores que a los Patronos ha decretado la Iglesia, o sea: celebraremos su festividad litúrgica el 15 de septiembre de cada año, con el rito de Solemnidad, que según la nueva nomenclatura, equivale al doble de 1ª. Clase, de especial manera en nuestra Santa Iglesia Catedral y en Santuario de Soriano.

El señor Obispo disponía además que en ese día se renueve en todas las Iglesias de nuestra Diócesis, después de cada Misa, el Juramento del Patronato, según.

Es así como el 31 de octubre de 1969, fue constituida y declarada por la Santa Sede, la BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA DE LOS DOLORES «de Soriano» Patrona Principal de Nuestra Diócesis de Querétaro.

La imagen tan querida y venerada de Nuestra Señora del Pueblito, y misionera de la ciudad episcopal, seguirá como hasta ahora Patrona principal de la Ciudad de Querétaro.