martes, 13 de octubre de 2009

Comuniòn Querètaro, 18 de Octubre 2009 Nº 609

Jornada Mundial de la Misiones 2009
«Nadie sabía allí quién es Jesucristo...»
Llegué a un territorio inmenso y superpoblado, adonde todavía no había llegado la Iglesia. Nadie sabía quién era Jesucristo, y me encontré a mí mismo solo entre miles de personas. No sabía por dónde comenzar. No había nada. Así que empecé a caminar. Caminé por el fango de las calles durante días. Me dejé ver, y esperé a que la gente se preguntara quién era»: así comienza el testimonio de un sacerdote español destinado durante decenas de años en la República Dominicana. Su historia no es muy distinta a la de los miles de misioneros que, un día, dejaron casa, familia y comodidades para vivir en territorios olvidados. Son palabras profundas que encierran una gran soledad, siempre aliviada por el Espíritu.
Testimonio de un misionero, testimonio de una Iglesia viva hablando de entrega total, de evangelización y de amor. Por eso, en 1926 Pío XI estableció que el penúltimo domingo de octubre se celebrara en toda la Iglesia el “Domingo Mundial de las Misiones”, en favor de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, para mover a los católicos a amar y apoyar la causa misionera. Desde 1943, esta “fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” se conoce en México como DOMUND (de Domingo Mundial). Este nombre ha ayudado a identificar y difundir aún más esta jornada entre nosotros, y su mensaje —una llamada de atención sobre la común responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización del mundo— ha calado en la profunda sensibilidad y tradición misionera de nuestro país reúnan en la única familia humana, bajo la paternidad amorosa de Dios.





XXI Asamblea Diocesana de Pastoral
«A todos nos toca recomenzar desde Cristo»
Año de la Evaluación y Planeación del Plan Diocesano de Pastoral.
Seminario Conciliar de Querétaro
Lunes 16 de noviembre de 2008 de 8:30 a.m. a 3:00 p.m

Inscripciones y entrega del Plan Parroquial de Pastoral del 1 al 13 de noviembre, en las oficinas de la Vicaria de Pastoral. Asistencia de 20 laicos por parroquia.




Guía de Formación para los Catequistas de México
Con el objetivo de subsanar las deficiencias en la formación teológica y pedagógica de los catequistas y de tener criterios o líneas orientadoras que ayuden a ofrecer una formación integral a los catequistas, la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética pone en manos de todos los agentes de la pastoral la Guía de Formación para los Catequistas de México.
Fue elaborada cuidadosamente por la Dimensión Pastoral de la catequesis que preside Mons. Benjamín Castillo Plascencia. Es un valioso subsidio para la formación integral de nuestros queridos catequistas, insustituibles colaboradores en la difusión del Evangelio. Somos conscientes de la necesidad de formarlos con calidad, porque ellos están llamados a brindar un acompañamiento adecuado a los discípulos misioneros de Jesucristo en el proceso de la madurez de la fe. A la venta en la librería de la Curia Diocesana, Reforma 48, Centro Histórico, Santiago de Querétaro. Costo $35°°







Nombramientos:
Nuestro señor Obispo ha tenido a bien nombrar:

Fr. Jesús Luja Pérez O. de M., como Rector del Templo de Nuestra Señora de la Merced, perteneciente a la Parroquia de Santiago, en Querétaro, Qro., a partir del lunes 28 de Septiembre del 2009.

Pbro. Bernardo Rafael Rodolfo Yáñez González, como Vicario en la Parroquia de la Divina Providencia en Ezequiel Montes, Qro.

Pbro. Juan García Gudiño, como Vicario de la Parroquia de El Divino Salvador en Doctor Mora, Gto.

Pbro. Fernando L. Rubio Montes, como señor Cura de la Parroquia de San José en Buenavista, Qro.

Pbro. Gregorio Reyes Velasco, señor Cura de la Parroquia de la Inmaculada Concepción en La Torre, Amealco, Qro.

Pbro. Alfonso Muñoz Torres, se le renueva su nombramiento por un período de 5 años, como Ecónomo y Apoderado Legal de la Diócesis de Querétaro, A.R.







Fiesta Patronal en la Parroquia de San Miguel Arcángel, Huimilpan, Qro.
Nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín visitó, el pasado martes 29 de septiembre de 2009, la comunidad de la parroquia de San Miguel Arcángel en Huimilpan para celebrar la fiesta patronal. Le recibió el señor cura Pbro. Juvenal Hernández, el Pbro. José Luis Hernández nacido en Huimilpan, Párroco en Arroyo Zarco –de la Diócesis de Atlacomulco–, el Pbro. Rubén Vázquez Morales también nacido en esta comunidad Vicario de la Parroquia de San José Iturbide y el Pbro. Nabor Fonseca García, Vicario de la Parroquia.

En la homilía, Mons. De Gasperín habló de los ángeles protectores y defensores de los hombres ante el maligno. El Evangelio de San Juan enseña que Satanás, el demonio tentador y vencedor de los primeros padres fue vencido, derrotado por san Miguel y por Jesucristo Redentor. Hoy intenta hacer el mal, pero no puede contra Dios.

Explicó que al recibir el sacramento de la Confirmación reafirma y fortalece la fe del bautizado. El Espíritu Santo de Dios sella el corazón del confirmado graba la imagen de Cristo en el alma y corazón. San Pablo dice que con la fe nos conformamos en Jesucristo. «Satanás no puede nada con un cristiano verdadero que lleva la imagen de Jesús en el corazón, en el alma y en la vida, le protegen los santos ángeles y arcángeles de Dios».

Refiriéndose al Año Sacerdotal, el Pastor Diocesano, dijo que la Iglesia celebra este año –proclamado por el Papa–, en el ciento cincuenta aniversario de la muerte del santo párroco de Ars, san Juan María Vianney, hoy patrono de todos los sacerdotes. Es un año de reflexión sobre la figura sacerdotal, para recordar que toda gracia espiritual recibida de Dios llega por las manos de un sacerdote, la fe, el perdón, el matrimonio cristiano, la Palabra de Dios, la Eucaristía. «El Papa quiere que pidan por ellos y estén dispuestos a dar un hijo de la propia familia para el servicio de Dios en el sacerdocio. Que los sacerdotes sean santos y al servicio de la vida cristiana de los fieles». Afirmó luego, que en todas las parroquias y en la Diócesis hay sacerdotes santos como lo fue el Pbro. Pbro. Edmundo Varela –párroco de Huimilpan–, que destacó por su caridad, su cercanía a los fieles, su preocupación por la sana convivencia y armonía de la comunidad, el cuidado de la catequesis y su preocupación por los más pobres.

Al concluir la homilía, el Pastor Diocesano, pidió porque la parroquia de San Miguel Arcángel  se conserve eucarística y con gran devoción mariana por la Santísima Virgen de los Dolores de Soriano, Patrona de la Diócesis. Recordó a los pobres y a los migrantes. Invitó a que siempre haya hermanos generosos ante la necesidad ya que todos somos hijos de la gran familia de Dios, bajo la protección de San Miguel Arcángel.





Día del Médico
Se invita a todos los Médicos para que el próximo 23 de octubre a las 20:00 horas celebremos juntos el «Día del Médico» en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús que se encuentra ubicada en el asilo «San Sebastián», la entrada será por el Hospital del Sagrado Corazón, pueden venir con su familia. Organiza Pastoral de la Salud y Médicos Católicos.
Pbro. Lic. Alejandro Gutiérrez Buenrostro
Coordinador Pastoral de la Salud







Fiesta Patronal en la Parroquia de San Miguel Arcángel
La Comunidad Parroquial de San Miguel Arcángel en Villa Progreso, acompañada por el Sr. Cura Pbro. J. Guadalupe Nieves Ferrusca y el Administrador Parroquial Pbro. José Luis Trejo Olvera, recibieron el pasado lunes 28 de septiembre, a nuestro señor Obispo D. Mario De Gasperín Gasperín para celebrar juntos la santa Misa en la fiesta patronal. También les acompañó el Pbro. Ángel Castillo Palma, originario de Villa Progreso y el Pbro. Rogelio Olvera Vargas, anterior Administrador Parroquial.

En la homilía Monseñor De Gasperín afirmó: «Hoy cantamos como hijos las grandes glorias de Dios ante los ángeles y arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, damos gracias al Padre del cielo por su grande misericordia para con nosotros». Se refirió al amor de Dios en el Padre y en el Hijo: «Dios Padre mira a los hombres con cariño, los ve con ojos de misericordia con compasión y bondad. Siente ternura por sus fieles, sus hijos. El Padre ama tanto que dio a su Hijo que entregó su vida por los hombres». «Si alguno duda del amor de Dios, que vea el crucifijo, que vea a Cristo en la cruz. Y tanto amó Jesucristo que entregó su vida por los hombres. La comunidad se reúne por ese amor que Dios manifestó en el sacrificio que celebra en la Eucaristía».

Recordando que la Iglesia celebra el Año Sacerdotal proclamado por S.S. Benedicto XVI, el señor Obispo reconoció el trabajo generoso del señor Cura párroco Pbro. Guadalupe Nieves Ferrusca, hoy enfermo, quien durante muchos años ha procurado el bien espiritual de la comunidad. Invitó a todos a encomendar a su señor cura, y a todos los sacerdotes de Dios. Invitó a las familias a ofrecer a uno de sus hijos para que no falten santos sacerdotes salidos de hogares cristianos. Durante la celebración, algunos hermanos de la comunidad renovaron su compromiso como Ministros Extraordinarios de la Comunión.






Bendición de la Capilla del Santísimo en la Parroquia de la Divina Providencia
La Parroquia de la Divina Providencia en Ezequiel Montes, recibió el pasado lunes 28 de septiembre, a nuestro señor Obispo Dr. D. Mario De Gasperín Gasperín, quien llegó para bendecir la capilla del Santísimo Sacramento.
El Sr. Cura Pbro. Francisco Javier Jiménez López, concelebró la santa Misa con el Pastor Diocesano, acompañados por el Pbro. Prisciliano Hernández Chávez, CORC, Coordinador de la Dimensión de Arte Sacro de la Diócesis de Querétaro y el Pbro. Rodolfo Yáñez González.
En la homilía nuestro señor Obispo recordó las palabras del Papa Juan Pablo II: «La Iglesia vive de la Eucaristía» e hizo notar que en los templos el lugar principal lo tiene el altar, que es la mesa del Señor que se ofrece a sus hijos, libra de la esclavitud del pecado y de la muerte, perdona sus pecados y da la vida de Dios. Al ser los hombres limitados son pecadores y se separan de Dios que es vida, y el que se separa de Dios se encuentra con la muerte.»
Mons. De Gasperín describió la Pascua judía, cruenta que «ofreció la libertad, vida y esperanza al pueblo judío con la muerte de un cordero, recordando que la sangre es el precio de su liberación». Esta pascua anunció la Pascua de Jesús. Destacó el significado de la Pascua dolorosa, cruel e infame de Jesucristo por la que se entregó a la muerte por los hombres y se da en alimento para que tengan la vida de Dios, el perdón de los pecados y la esperanza en la Resurrección y en la Vida Eterna. Este sacrificio del Calvario cruento, sangriento en la cruz se hace presente en el altar, ya no derramando sangre sino por medio de los signos sacramentales del pan y del vino. «Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos la muerte de Nuestro Señor Jesucristo hasta que vuelva».
Del don inmenso de la Eucaristía, el Sr. Obispo señaló, que se reserva en un lugar digno llamado Sagrario, que significa lugar santo. Para gozar continuamente de la presencia de Jesús, encontrar en él escucha, auxilio, consuelo, luz, paz, alegría en el corazón misericordioso de Jesucristo. También se reserva para llevarlo a los enfermos y ancianos. Afirmó: «No estamos solos, Dios está con nosotros, en medio de nosotros, camina con nosotros y está a nuestra disposición».
Durante la Santa Misa, algunos miembros de la comunidad, renovaron el ministerio de Ministro Extraordinario de la Comunión, compromiso de servir auxiliando al sacerdote para que el pan de vida lleve consuelo, perdón y paz a los fieles enfermos y ancianos de la comunidad.
Al concluir nuestro señor Obispo, reconoció el especial cuidado de la comunidad por preparar el lugar para reservar la Sagrada Eucaristía y honrar a Nuestro Señor Jesús debidamente en la parroquia. Agradeció por la Misericordia de Dios. Pidió para que la comunidad sea una parroquia eucarística y viva siempre de la Eucaristía.




Fiesta Patronal en el Templo de San Miguel Arcángel, en la Parroquia de San José
Martes 29 de septiembre de 2009.
Nuestro señor Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín visitó la comunidad de San Miguel en la parroquia de San José Galindo, para celebrar la Eucaristía en la fiesta patronal, le acompañaron el señor cura Pbro. Víctor Manuel Valdés Guevara, el Pbro. Rogelio Olvera Vargas rector del Santuario de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y responsable del Curso Introductorio del Seminario Conciliar.
En la homilía Mons. De Gasperín, comentando sobre el Santo Evangelio que la liturgia propone para esta festividad, el encuentro de nuestro Señor Jesucristo con Natanael y la visión de los ángeles subiendo y bajando del cielo, dijo: «El altar del templo es el lugar donde Dios se hace presente entre nosotros. El altar representa a Jesucristo, la roca angular, es piedra por su solidez, es quien da la fuerza y fortalece la misma fe, Es el centro y lugar principal. Jesucristo es verdadero hombre y Dios es quien une el cielo con la tierra y a nosotros los hombres con Dios».
De los ángeles habló así: «...alaban a Dios e interceden por los hombres. El canto del gloria y del Santo en la Celebración Eucarística son cantos de los ángeles a Dios, que la liturgia nos propone para unirnos a quienes en el cielo aclaman la gloria de Dios. Los hombres se encomiendan a los arcángeles: san Rafael, enviado por Dios para destacar dos hechos importantes de tal protección: la curación de Sara de la opresión del demonio y la curación de la ceguera y protección al joven Tobías. San Gabriel que dio la más grande noticia que ha existido en el mundo, la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, Emmanuel, Dios con nosotros. Y san Miguel, protector nuestro que venció al soberbio Satanás que engañó a nuestros primeros padres. El demonio ha sido derrotado y el que sigue a Jesucristo y cumple sus mandamientos no debe temer, está protegido por sus santos ángeles».
Monseñor De Gasperín hablando sobre el Año sacerdotal dijo: «A ciento cincuenta años de la muerte de san Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes, el santo Padre decretó este tiempo dedicado a los sacerdotes; por sus manos llegan todas las gracias espirituales. Un pueblo sin sacerdote al paso del tiempo se hace salvaje».
El Pastor Diocesano agradeció a esta comunidad en la que el Seminario –corazón de la Diócesis–, cuenta con el «Curso Introductorio», con veinte años de trabajo formativo bajo la protección del Arcángel san Miguel. Lo que hace posible que en cada parroquia haya sacerdotes que se entreguen por sus fieles. Invitó a las familias a pedir sacerdotes y a ofrecer a Dios a alguno de sus hijos para este servicio. Y a todos a amar y respetar a sus sacerdotes.








Sacerdotes - Misioneros (1)
Evangelización de la Sierra Gorda
La Sierra Gorda, es una región situada en el centro de México, es un grupo de montañas que corresponden a la Sierra Madre oriental; comprendiendo el noreste del estado de Hidalgo, el sur de san Luis Potosí, el noreste de Guanajuato y el norte de Querétaro. La Mayor parte de la Sierra Gorda se ubica en el actual Estado de Querétaro. Esta región está formada por grandes contrastes, que va del árido semidesierto a los dibujados bosques de pinos y madroños; de clima frío o templado al seco o tropical, y a los valles y cañadas. Aquí se encuentran las mayores elevaciones, así como las más profundas depresiones del estado de Querétaro. La Sierra Gorda comprende cinco municipios del estado de Querétaro, estos son Arrollo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Pinal de Amoles y San Joaquín, principalmente, los cuales suman una superficie de 3,879.2 Km2. que equivalen al 32% del territorio estatal. La Sierra Gorda se extiende hacia el norte de los municipios de Cadereyta, Peñamiller y Tolimán. En Nuestra Diócesis, incluye además los municipios de Xichú y Atarjea del Estado de Guanajuato que cubren 5,019,3Km2. que significan el 33% del territorio diocesano; formado por veinte parroquias.

PRIMEROS MISIONEROS
Los chichimecas, los pames, los jonases y otras tribus de indios nómadas y salvajes, a raíz de la conquista se refugiaron en las abruptas montañas de la Sierra Gorda, habitando en cavernas y viviendo casi exclusivamente de la caza. Puede decirse que nunca habían sido conquistados ni sometidos, manteniéndose durante más de doscientos años en estado salvaje y en continua rebelión, creando un problema latente para el gobierno virreinal, que se trató de resolver por medio de la expedición de la Reales Cédulas de 27 de junio de 1692, 9 de octubre de 1693 y 30 de diciembre de 1694. El historiador franciscano, Fray Lino Gómez Cañedo en su libro «Sierra Gorda» -Un típico enclave misional en el centro de México- afirma que el primer misionero que penetró en la Sierra Gorda desde Xichú fue Fray LUCAS DE LOS ANGELES, y después de visitar Concá, Ahuacatlán, Jalpan y Tancoyol, parece ser que fundó también puestos misionales en San Juan Tetla, Asientos de Gatos, san Gabriel, San Miguel y otros lugares donde solían vivir los chichimecas, dichos puestos hacia el año 1609; ante la obstinación de los indios Jonaces fueron abandonadas, en el año de 1617.

PADRES FRANCISCANOS PRIMERA ETAPA
A los PADRES FRANCISCANOS les resultara difícil la Evangelización de los indios que moraban en la Sierra Gorda. Fundaron una serie de Conventos en torno a la Sierra Gorda, desde donde pretendían penetrar en la fortaleza chichimeca. Estos Conventos fueron el Huichapan, Cadereyta, Tolimán, Xichú y Río Verde. El Trabajo en la Sierra Gorda era enorme. Fray Juan Bautista Mollinedo, guardián del Convento de Xichú, entró en Cerro Gordo donde estableció varias misiones: la de San Juan Tetla fue declarada cabecera municipal de san Buenaventura de maconí, Las Ranas, el Palmar Massatipa, Sisicatla, la Cañada de Chicubite, el río Juchitlán, dejando como misioneros a Fray de san Antonio, Fray Francisco de Albuquerque y a Fray Francisco de Correa, estos franciscanos de la provincia de Michoacán, tiempo después nuevamente estas misiones fueron abandonadas

PADRES AGUSTINOS
Desde el Siglo XVI los padres agustinos habían establecido varias misiones en la Sierra, LOS AGUSTINOS DE LA PROVINCIA DE MÉXICO, recibieron de los FRANCISCANOS DEL SANTO EVANGELIO la vértice oriental de la Sierra Gorda a partir de 1570. Fue el pueblo de Jalpan, donde se establecieron los misioneros agustinos. Dos años más tarde, los frailes FRANCISCO DE PERALTA, AMBROSIO DE MONTESINOS Y ALONSO DE LA FUENTE, juntamente con varios indígenas cristianos, perdieron la vida a manos de los jonaces en el ataque a Jalpan; en el que incendiaron la Iglesia y el convento. Los edificios incendiados eran de adobe y tejas de tejamanil. Los agustinos, no se intimidaron con los frecuentes asaltos chichimecas, sino más bien estimulados con el martirio de sus hermanos, y ayudados económicamente del encomendero Luis de Carbajal, se dice que levantaron una Iglesia y un monasterio de cal y canto, con la amplitud y solidez de su estilo arquitectónico, los agustinos hicieron lo mismo en Concá, la Barranco y, probablemente, en Ahuacatlán.

Su labor evangelizadora se caracterizó por la entrega de sus misioneros y por la aplicación de una metodología menos compulsiva. Respetaron la cultura e idiosincrasia de los jonaces y pames; los acostumbraron a sembrar maíz, fríjol, calabaza, así como criar gallinas, ganado menor y equinos. Los agustinos se encuentran entre los primeros instructores de una teoría y práctica elemental para un agricultura y ganadería de autoconsumo. Durante 173 años administraron la doctrina en esta región, con gran celo apostólico. No se concibe la idea de fracasando en su empresa, tonto los RELIGIOSOS FRANCISCANOS COMO LOS AGUSTINOS, lucharon con gran celo por conquistar espiritualmente a los nativos, fundado misiones, atrayéndolos y ayudándoles en todo lo que podían... Posiblemente los procedimientos que emplearon no fueron eficaces. Pasaron largos años y la Sierra no se doblegaba al Evangelio ni a la vida civilizada. En el siglo XVIII la Sierra Gorda seguía siendo, «una mancha de gentilidad en el centro de la Nueva España».

A fines del siglo XVI y principios del XVII los chichimecas, pames, guancancores, samuses y otras tribus de indios salvajes, iban extendiendo sus depredaciones hasta más allá de Concá y Xilitla, agregando el «manchón de gentilidad», de manera que casi todo el territorio queretano estaba de hecho sustraído a la autoridad virreinal.

Favorecidos por las asperezas de las montañas de la Sierra Gorda y de la falta de comunicaciones, su principal defensa era lo inaccesible de los parajes que ocupaban, por lo cual se hacía imposible su reducción y exterminio. En ese mismo año de 1682 el Protector de los indios capitán don Jerónimo de Labra, desde Zimapan y Cadereyta, intentó pacificar la región, sin haber logrado mucho éxito.
P. Francisco F. Gavidia Arteaga