viernes, 7 de mayo de 2010

Comuniòn Querètaro, 9 de Mayo de 2010 Nº 638

50 Aniversario de Ordenación Sacerdotal del Sr. Pbro. Mauro Hernández
El pasado 20 de Abril de 2010, El Sr. Obispo Don Mario De El pasado 20 de Abril de 2010, El Sr. Obispo Don Mario De Gasperín Gasperín presidió la Concelebración Eucaristía de acción de gracias por los cincuenta años de vida sacerdotal del Pbro. Mauro Hernández Moreno en el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios en la Parroquia de Victoria, Guanajuato.
Acompañaron al P. Mauro, Mons. Samuel Ruíz, Obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Mons. Salvador Espinosa Medina, Vicario General de la Diócesis, el Pbro. José Juan Gómez Arteaga, Párroco de Victoria, Gto. y más de medio centenar de sacerdotes.
En la homilía nuestro señor Obispo, agradeció a Dios por esta acción de gracias de la comunidad, de la parroquia y de la Diócesis. Acción de gracias por el sacerdocio que durante cincuenta años el padre Mauro ha vivido, desde el momento de la imposición de manos del obispo que le consagró y recibió al Espíritu Santo para perdonar los pecados, celebrar la Eucaristía, administrar los sacramentos y tener la autoridad de predicar la Palabra de Dios y apacentar al Pueblo de Dios. Recordó además la entrega sacerdotal del Padre Mauro en Victoria, Xichú, Arroyo Seco, La Florida, Jalpan, Tierra Blanca y Santa Lucía, sirviendo siempre, rodeado de cariño y estima. Antes de concluir la Santa Misa, el padre Mauro compartió su reflexión sobre el sentido de Iglesia que propone el Concilio Vaticano II, señalando que debemos ser sacramento universal de salvación, cuerpo místico de Cristo, pueblo de Dios.
Afirmó que esto es lo máximo de la vida espiritual, tanto de los sacerdotes como de los fieles. Manifestó su gozo al servir hoy a esta comunidad y su pena en los momentos en que no ha sido signo de salvación. Agradeció a los excelentísimos señores obispos, a sus hermanos sacerdotes y a los queridos fieles por acompañarle en la acción de gracias a Dios, por haber derramado sus gracias y bendiciones por medio de su humilde persona y al mismo tiempo para pedirle perdón por las veces que ha fallado por su debilidad o incapacidad. Todo para gloria del nombre de Dios y salvación de todos.

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Nuevos Obispos en las vecinas Diócesis de Celeya y Atlacomulco
S.S. el Papa Benedicto XVI designó a Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, hasta ahora obispo de Tabasco, como nuevo representante eclesiástico en Celaya.
El Padre Denis Ochoa Vidal, vocero de la Diócesis de Tabasco, informó que será tentativamente el 23 de junio de 2010 cuando Monseñor Castillo tome posesión como nuevo Obispo de Celaya. Recibió la invitación de la nunciatura apostólica y a partir de ayer dejó de ser Obispo de Tabasco para ser nombrado temporalmente Administración Diocesano de Tabasco.
“Es un hombre muy sencillo, de un trato afable, es un hombre humilde, que sabe escuchar a todo mundo, sin duda alguna va a tener un papel muy especial en Celaya”, dijo el vocero P. Denis Ochoa, en entrevista para TVR Comunicaciones.
La Diócesis de Celaya, hasta el momento sólo ha tenido tres obispos, el primero de ellos fue monseñor Victorino Álvarez, quien ocupó el cargo del 12 de febrero de 1974 al 4 de noviembre de 1987.El segundo obispo fue Mons.Jesús Humberto Velázquez Garay, quien fue nombrado el 24 de julio de 1988, hasta el 26 de julio del 2003, cuando tuvo que dimitir. El siguiente fue obispo fue Lázaro Pérez Jiménez, quién llegó el 9 de septiembre del 2003 y quien falleciera en la Ciudad de México el 25 de octubre de 2009 de un paro cardiaco.


El Papa Benedicto XVI nombró hoy a Rev. Sac. Juan Odilón MARTINEZ GARCIA, hasta ahora rector del Seminario Mayor de Toluca, como nuevo obispo de la Diócesis de Atlacomulco en México, informó El Vaticano.
De acuerdo con su biografía, distribuida por la Sede Apostólica, Martínez García nació el 29 de abril de 1949 en Santa Ana, Tenancingo (Estado de México).
Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1974 por la Diócesis de Toluca. Desde enero de 1997 ocupa el puesto de rector en el Seminario Conciliar de Toluca.
El 29 de septiembre del 2009 el anterior Obispo de esta Diócesis Mons. Constancio Miranda Weckmann, ( desde 27 de junio de 1998) fue nombrado Arzobispo de la Arquidiócesis de Chihuahua.
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Caminando con los Migrantes
Yahvé dijo a Abrám:<> (Gn. 12,1).

Buscando en la Biblia, encontramos a Abraham, quien sale de su tierra, tiene dudas, pone peros, mira el cielo y también el suelo. Escucha clamores y anhelos, sale sin saber hacia dónde se detendrá su caminar. Con mucha fe sale de su patria y por ello es padre y pionero bíblico de los migrantes.

Atisbando en la Vida, vemos que nuestro pueblo, al igual qua Abraham, mira este signo de los tiempos que es la migración, con los pies asentados en esta su tierra cuando está a punto de cruzar esa frontera física e imaginaria que es la línea fronteriza y su mirada, su fe y esperanza puestas en esa tierra desconocida que está a punto de cruzar. Atrás escucha los clamores de necesidad, hambre, falta de oportunidades, y adelante, en ese desierto que se abre ante su mirada, se imagina y trata de encarnar sus anhelos de mejorar su vida y poder sacar adelante a su familia. Hace algunas semanas un migrante aquí en la parroquia me decía que el hambre lo hacía salir, tristemente acabo de darme cuenta que corrió con mala suerte, pues está en la cárcel, ya que lo agarraron. Por estos días han acudido a la Parroquia Jóvenes que tienen el mismo anhelo y buscan la bendición y que tenga buen fin su camino. Sin embargo sus anhelos y esperanzas se deshacen frente a las políticas migratorias que Estados Unidos ha impuesto sobre todo en estos últimos días con la ley SB-1070 en Arizona, con la cual ser inmigrante es un crimen y se sanciona a quien dé ayude y dé empleo a un migrante y concede facultades especiales a cualquier autoridad para detener a cualquiera de quien se sospeche que sea indocumentado.

Parte de esa experiencia en lo personal me ha tocado vivir ya que hace algunos años, desde el 83 para ser exactos, tuve que salir de mi casa y tierra poniendo en riesgo tantas cosas queridas, endrogarse para salir de casa, aventurarse a lugares desconocidos, preguntar para cruzar la frontera, sufrir la experiencia de ser acorralado como animal, con luces, con perreras y avionetas, estar en un centro de detención, ser fichado y tratado como delincuente por el hecho de buscar trabajo, “trampear” el tren y seguir buscando la vida para intentar otra vez, perderse en el desierto y al fin llegar a trabajar. Por ello puedo decir que sé un poco de los pasos que muchos de los nuestros caminan.

En los Ángeles, California, existe una placita que es el lugar de reunión y corazón de la gente mexicana, es la Plaza Olvera, ahí no entra la migra y su parroquia, a lo que sé, apoya a los migrantes. Plaza y parroquia fungen como santuario de y para los migrantes. Son pequeños signos en los cuales la Iglesia vive la solidaridad misericordiosa y profética con los migrantes en sus diversas situaciones, sin embargo, son experiencias excepcionales, incipientes e insuficientes. Parece ser que la solidaridad se vive realmente entre los migrantes desde ellos mismos y para con ellos ya que sus signos de apoyo rebasan con mucho tanto las acciones gubernamentales como las eclesiales. Respecto a ello el Papa Juan Pablo II nos animaba en su mensaje del Día del Migrante de 1996 en su número 16: “Las familias de migrantes deben tener la posibilidad de encontrar siempre en la Iglesia su patria”. Más adelante dirigiéndose a la Iglesia en América recalca: “Con respecto a los inmigrantes es necesaria una actitud hospitalaria y acogedora que los aliente a integrarse en la vida eclesial, salvaguardando siempre su libertad y su peculiar identidad cultural (Eclesia in America, # 65).

Durante algún tiempo he tenido la oportunidad de acompañar a los hermanos que peregrinan al Santuario del Tepeyac como Director espiritual de la Peregrinación Ciclista que parte de Querétaro, donde muchos de los que peregrinan vienen del otro lado exclusivamente para ese camino de fe y regresan otra vez como indocumentados (no se les debe llamar ilegales, el trabajo no es una ilegalidad). Ahora que ya no tengo ese cargo hay la posibilidad de acompañar a los migrantes en esa experiencia de fe pero ahora tenemos la inquietud de hacerlo desde un punto de la línea fronteriza y llegar esa Casita donde, como muchos, los migrantes también anhelan sentirse en el regazo de la Morenita y recibir esa su mirada que les cobije en su regreso. Dice el Documento de Aparecida en su # 259 que en las peregrinaciones “se puede reconocer a Dios en camino” y que “Cristo mismo se hace peregrino y camina resucitado entre los pobres.”

Apoyando esa intención, El Rector de la Basílica del Tepeyac, Don Diego Monroy Ponce ha apoyado tenido a bien acompañarnos abanderando este camino el próximo 12 de julio del presente desde la frontera más próxima que es Laredo regalándonos una imagen de la Morenita que es copia fiel de la original para recibirnos el día 18 que es cuando llega la peregrinación de a pie que cada año realiza la Diócesis de Querétaro a los pies de Santa María. La invitación es para que nos acompañen quienes gusten en esta experiencia de fe solidaria con los migrantes, especialmente ellos o sus familiares y con el paso del los años se haga en torno a esta imagen un Santuario del migrante aquí en la capilla de Santa María en Dr. Mora, Gto. y desde aquí los migrantes puedan implorar la bendición en su camino, elevar los ruegos de su familia por los que están lejos y llegar a enjugar sus lágrimas, pesares y gozos de caminantes.
Si te interesa acompañarnos o apoyarnos en esta experiencia comunícate con nosotros a tiempo, por nuestra parte, trataremos de seguir comentando sobre estas experiencias del caminar de nuestros hermanos.
Pbro. Juan García Gudiño, Parroquia del Divino Salvador, Dr. Mora Gto.

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Fue llamado a la casa de nuestro Padre Dios el Pbro. Gustavo Machuca (M. Sp. S.)
Existen seres predestinados a cumplir una misión especial en la vida; uno de ellos fue sin duda el padre Gustavo Machuca Rangel, Misionero del Espíritu Santo y cien por ciento comprometido con su labor pastoral.

Falleció el Domingo 18 de Abril de 2010, en Laredo, Texas, es motivo de dolor para la feligresía que fielmente lo acompañó en las misas que ofició a diario en la que fuera su casa, el Santuario de Guadalupe.

Nació el 26 de junio de 1932 en Querétaro e inició su carrera sacerdotal como Misionero del Espíritu Santo el 30 de octubre de 1949. Fue ordenado sacerdote en la Ciudad de México en 1958.

Su sólida preparación incluye sus estudios de Filosofía y Teología en el Escolasticado de su congregación y en el Angelicum de Roma, además de una especialización en la Universidad Gregoriana y en la Universidad Teresiano de Roma.

Fue rector y profesor en el Seminario de la Diócesis de Mazatlán, Sinaloa. También profesor y responsable en el Seminario de la Diócesis de Tijuana, Baja California, y profesor en el Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México.

Durante su Ministerio sacerdotal, tuvo la oportunidad de ser director espiritual del Seminario Interdiocesano en Celaya, Guanajuato, (Curso Introductorio, Director Espiritual de muchos de nuestros actuales sacerdotes), y años más tarde párroco de la Parroquia del Sagrado Corazón en Mexicali y superior de la comunidad Misionera del Espíritu Santo en Irapuato.

A su llegada a Saltillo, de inmediato dejó ver su entusiasmo en la realización de diversas tareas. Encabezó las actividades de canonización de monseñor Jesús María Echavarría, en colaboración con las madres Catequistas Guadalupanas. Creó el Centro de Espiritualidad Félix Rugier, tareas que compaginó con su labor como párroco del Santuario de Guadalupe.

El padre Gustavo Machuca fue un gran impulsor en la construcción de la Casa Parroquial del Santuario que es sede para la realización de cursos de espiritualidad y preparación. Con gran gusto pudo agradecer a empresarios y comunidad saltillense el haber hecho posible el logro de este sueño, durante la inauguración del mismo hace algunos años. En EL DIARIO de Coahuila, el padre Gustavo Machuca fue colaborador columnista de ese periódico.

Siempre le recordaremos con la misma alegría que le caracterizó durante sus más de cincuenta años de labor sacerdotal, en los que difundió la palabra de Dios y lo más importante, dedicó su vida a prodigar cariño entre los seres que tuvimos la fortuna de conocerlo y recibir sus consejos siempre positivos.

Su cuerpo fue cremado el lunes 19 de abril en Laredo, Texas.

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Liberación de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio
29 de abril de 2010
Tras casi cuatro años de injusta reclusión, celebramos la liberación de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio Persisten en México deficiencias estructurales del sistema de procuración de justiciaLa atención de la sociedad a los numerosos casos similares debe mantenerse a fin de que la justicia sea una realidad en México, sobre todo para quienes son discriminados y excluidos 

Finalmente, tras casi cuatro años de permanecer injustamente en prisión, fueron liberadas Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, mujeres del pueblo ñhä-nhú acusadas falsamente de haber secuestrado a elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigación en hechos ocurridos en la comunidad Santiago Mexquititlán, al sur de Querétaro, el 26 de marzo de 2006.

Las familias de Alberta y Teresa y los Centros de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Fray Jacobo Daciano (que asumieron su defensa) celebramos su liberación. La sentencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es un acto de justicia que pone en evidencia la violación de los derechos fundamentales de ambas mujeres por parte de las autoridades encargadas de procurar y administrar justicia.

La intervención de la Suprema Corte ha sido relevante para evidenciar las irregularidades existentes en el proceso. Celebramos que el alto tribunal haya reconocido la argumentación de la defensa y revocado la sentencia condenatoria emitida por el juez cuarto de distrito de Querétaro en relación con la causa penal 48/2006: no se acreditan los elementos del delito de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro contra servidores públicos.

No basta la resolución de la Corte para que Alberta y Teresa como tantas otras mujeres accedan a la justicia. No obstante, su mensaje es claro: las autoridades deben poner un alto a este tipo de prácticas y los jueces deben corregir las irregularidades antes que avalarlas.

La disfuncionalidad del sistema de justicia mexicano, evidenciado ayer por la Suprema Corte, permite que delitos altamente repudiados  -como el secuestro- sean empleados por el Estado para actuar, con ánimo de venganza y castigo, contra quienes defienden sus derechos o se oponen a la arbitrariedad del poder. Así sucedió en el presente caso, en el que las acusaciones contra Jacinta (cuya liberación ocurrió en septiembre de 2009), Alberta y Teresa fueron una medida dirigida a castigar la defensa de los comerciantes de Santiago Mexquitilán frente a los abusos de los entonces agentes federales de investigación. Es preciso, como debe suceder en un estado democrático de derecho, que esta resolución siente precedentes para evitar la utilización facciosa del aparato punitivo por parte de autoridades locales y federales como respuesta a la protesta pública de grupos que con legitimidad defienden y exigen sus derechos.
La excarcelación de Alberta y Teresa es sólo un componente de la justicia. Ésta debe incluir también la reparación integral del daño, la no repetición de los hechos y la sanción de los responsables del injusto encarcelamiento. En este sentido, todos los funcionarios federales y estatales que manifestaron su interés en el caso tienen la obligación ética y política de impulsar los cambios necesarios encaminados a implementar mecanismos efectivos que tutelen los derechos humanos dentro del sistema de justicia. Propuestas como la Ley Antisecuestros o figuras como el arraigo contradicen profundamente el discurso de algunos actores políticos a favor de los derechos humanos en el presente caso.  Del mismo modo, la falta de interés en la implementación efectiva de las reformas en materia de derechos indígenas y de las leyes que buscan erradicar la violencia contra la mujer muestran la escasa voluntad de lograr cambios sustanciales en los temas que el caso de Alberta y Teresa ha hecho patentes.

Agradecemos las amplias muestras de solidaridad de quienes con su participación y su atención han contribuido a evidenciar la deteriorada situación de los derechos humanos en México así como a exigir del Estado mexicano una actuación responsable al respecto. Esta atención debe mantenerse a fin de que la justicia sea una realidad en México, sobre todo para quienes son discriminados y excluidos.

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Nombramientos
El señor Obispo expidió el Decreto con el cual ha realizado los siguientes nombramientos

Párroco de la Parroquia de San Pedro, La Cañada, El Marqués, Qro., al Sr. Pbro. Lic. J. Carmen Javier Olvera Servín, tomó posesión el 30 de abril.
Nació 27 de junio de 1958 ordenado sacerdote el 27 de junio de1988

Párroco de la Parroquia de La Resurrección del Señor, (San Roque) Col. Lindavista, Santiago de Querétaro, Qro., al Sr. Pbro. Bernardo Reséndiz Vizcaya, toma de posesión el 12 de mayo

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Peregrinación Diocesana a la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano
Se invita a todos los catequistas de la Diócesis que imparten formación de niños, adultos y de pre sacramental a la tradicional peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de Soriano el próximo domingo 16 de mayo a las 8.30 a.m. en Ajuchitlán, para de ahí peregrinar a la Basílica. Los esperamos.

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El papel de la Iglesia en la Educación (9)
El Sr. Pbro. Manuel Castro y Castro - Seminario Conciliar
En 1824 el Congreso decretó la obligación, para los Colegios de San Ignacio y Real Colegio da San Francisco Javier de Querétaro, de jurar la observancia de la Constitución Federal y en 1825; el mismo Congreso Constituyente dio facultades al Gobierno del Estado para organizar de la mejor manera los Colegios de San Ignacio y de San Francisco Javier. Con un Decreto con fecha 26 de septiembre de 1849, los diputados del Congreso de Querétaro pedían que se restableciera en el Estado de Querétaro el Instituto de la Compañía de Jesús, ordenando se les entregara a los jesuitas los Colegios de San Ignacio y San Francisco Javier, con bienes y derechos que les correspondía, pero por diferentes causas, hasta la fecha estos colegios y templo, lloran la ausencia de sus grandes fundadores, LOS PADRES JESUITAS.

Al triunfo de la Revolución de Ayutla, la nueva generación de dirigentes llevaría al país por una radical reforma para salir del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma comprendía a la escuela, que según Juárez ejercía una importante influencia en la moral y los ideales sociales.

El Art. Tercero de la Constitución de 1857 es bastante escueto pues solo se concreta a afirmar que «la enseñanza es libre, la ley determinará que profesiones necesitan título para su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir». Para 1867, después del triunfo de las fuerzas liberales contra el ejército expedicionario de Napoleón III y el frustrado Imperio de Maximiliano, Juárez encarga al Dr. Gabino Barreda redactar la Ley de Instrucción Pública en la que se contempla la instrucción primaria «gratuita para los pobres y obligatoria en los términos que expondrá el reglamento». (Vázquez, 1979:56), además Barreda se encarga de organizar la escuela preparatoria de acuerdo a principios positivistas.

La obra de Barreda es importante en varios sentidos: primeramente interpreta la historia de México desde el punto de vista positivista, para después reconocer en los liberales los salvadores de la nación y por lo tanto las fuerzas positivas que harían posible el triunfo de su filosofía. La escuela según el positivismo permitiría alcanzar «libertad, orden y progreso», y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación. (Barreda, 1978:15)

El crecimiento educativo del México independiente hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras constantes del país. De los pocos datos estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo de los liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano, los esfuerzos educativos se incrementaron.
 
En estos cuatro años se duplicó el número de escuelas, aún cuando el incremento era mínimo ante lo ingente del problema educativo. Según datos proporcionados por Barreda solo asistían a la escuela 349,000 niños de un total de 1, 800,000.

Los Colegios de San Ignacio y Real Colegio da San Francisco Javier de Querétaro, al triunfo de la República en 1867, son convertidos en el Colegio Civil del Estado. Fue instituido por la ley del 27 de noviembre de 1867, cuyo proyecto fue formulado por Próspero C. Vega y puesto en vigor por el gobernador, Julio M. Cervantes. Por disposición del 4 de enero de 1876 se establecieron además de la carrera de Abogado, las de Notario Público, Farmacéutico e Ingeniero Topógrafo.

El 26 de enero de 1863, SS. Pío IX fechaba la Bula «DEO OPTIMO MAXIMO», por la cual quedaba erigida la Diócesis de Querétaro. Elemento primordial en toda Diócesis tiene que ser su Seminario, donde se formen los sacerdotes. El mismo Sumo Pontífice previó esta necesidad decretando en la citada Bula la creación del SEMINARIO DE LA DIÓCESIS DE QUERÉTARO. El 7 de febrero de 1864, el Ilmo. y Rvmo. Sr. D. José de Jesús M. Diez de Sollano y Davalos, (primer Obispo de León Gto.) en una acta ejecutoria, decretó juntamente con la erección del Seminario y demás disposiciones de la Bula, la FUNDACIÓN DEL SEMINARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADULUPE.

El Seminario de Querétaro, nació juntamente con la Diócesis el 26 de enero de 1863 por la «Bula Deo Optimo Máximo», del Papa Pío IX.

El Sr. Pbro. Manuel Castro y Castro, en 1853 fue nombrado Profesor de Dogma en los Colegios de san Ignacio y San Francisco Javier. No puedo por mucho tiempo explicar el Dogma en los mencionados colegios, que ya por entonces habían pasado a ser de filiación laica. Llegó por fin el día en que esa noble ciencia fue descaradamente despedida de ellos y con ella su virtuoso Maestro, que desde hacía siete años la explicaba (1860). Sin perder tiempo el Padre Castro y Castro abre en su casa habitación la clase de Teología Escolástica, a que concurrieron parte de los alumnos que la cursaban y parte de los que habían concluido la Filosofía, deberían comenzar el curso. La clase fue del todo gratuita, no obstante que el profesor, por un desprendimiento de esos que apenas contará un ejemplo cada siglo, vivió en la miseria.

El 22 de septiembre de 1864 el docto y santo sacerdote llegó a la presencia del Ilmo. Sr. Gárate, llevando a aquel grupo escogido de jóvenes. Había llegado de dar el primer paso en la benéfica empresa de fundar el Seminario.

Conociendo el Ilmo. Sr. Gárate los méritos que con su celo por la causa de las vocaciones sacerdotales había acopiado el mencionado P. Castro y las aptitudes que para formar a los futuros ministros del altar poseía y de las cuales eran prueba aquellos candidatos, aprovechó la ocasión para nombrarlo PRIMER RECTOR DEL SEMINARIO DIOCESANO, con autorización de allegarse los elementos necesarios para la creación del establecimiento.

Ya puede imaginarse cuál sería el entusiasmo con que el Padre Castro trabajaría por la pronta inauguración del Primer Plantel de la Diócesis. Nos lo imaginamos, yendo y viniendo, consultando con el señor Gobernador de la Sagrada Mitra y los respetables canónigos del Cabildo Eclesiástico; visitando los edificios anexos a nuestras iglesia, formando la planilla de los superiores del establecimiento, los programas de estudios y el reglamento interior; inclinando con su bondad nativa a sus numerosos amigos a ser los primeros bienhechores del Seminario; invitando a los jóvenes piadosos e inclinados al altar a ser alumnos fundadores; discerniendo con su prudencia las primeras vocaciones; venciendo las mil dificultades inherentes a toda obra de Dios, y soportando con generoso valor los sinsabores, trabajos y contradicciones.

Una de las dificultades que más lo debió hacer sufrir fue la de hallar un edificio adaptado a las exigencias del colegio que iba a fundarse. La Bula de Erección de la Diócesis señala el que por largo tiempo ocuparon los colegios San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, para que en su caso de que no hubiere otro suficientemente idóneo que pudiera adquirirse, se estableciera en él el Seminario. Pero, como el Gobierno Civil lo había ocupado desde 1844, el Padre Castro tuvo que buscar otro.

Por fin, después de no pocos ires y venires, consiguió el diligente Rector, no sabemos si alquilado o presentado, el edificio anexo al Templo de San Antonio, que para los religiosos Franciscanos descalzos de la Provincia de San Diego de México, había sido construido a principios del siglo XVII y que entonces se hallaba deshabitado. Y tanta prisa se dio en allegar todos los elementos que requieren un establecimiento de enseñanza para alumnos internos, que para principios del siguiente año, siquiera fuese en forma modesta, contaba con lo necesario. Sólo se esperaba el arribo del Ilmo. Sr. Gárate para determinar la fecha de apertura. El 29 de enero de 1865 los files queretanos pudieron recibir a su primer Obispo.

Hechos los preparativos para el acto inaugural, se fijó el 2 de marzo del mismo años de 1865 para su celebración. El Seminario Diocesano de Querétaro, fue inaugurado el 2 de marzo de 1865 bajo la guía de nuestro primer obispo, El Excmo. Sr. Don Bernardo Gárate. Grandes personalidades se han formado en este Seminario, hombres ilustres, santos y obispos que ha puesto en alto esta institución.
«Verbum Vobiscum»