martes, 23 de septiembre de 2008

Comunión Querétaro N°550 31/Agosto/2008 Eco de Bodas de Plata Episcopales

Alocución de Mons. Javier Martínez Osornio
(Vicario General) al termino de la Celebración

Excmo. Sr. Nuncio Apostólico.
Excmo. Sres. Arzobispos y Obispos.
Hermanos presbíteros, hermanas religiosas y hermanos religiosos.
Apreciadas autoridades civiles de nuestro estado, de nuestra ciudad y de los municipios. Amados fieles todos.
Excmo. Sr. Obispo de nuestra Diócesis de Querétaro, Mons. Mario De Gasperín
Gasperín. -terminado el momento central de esta Acción de Gracias: la magna y hermosa celebración de la Santísima Eucaristía en sus Bodas de Plata Episcopales, en seguida, queremos ofrecerle un sincero homenaje.
Diré yo, toda su Diócesis de Querétaro, representada por todas las 105 parroquias, le ofrecemos con el corazón en la mano y como su esposa -esta Iglesia Diocesana -dos regalos: el tesoro espiritual y un regalo material.
El tesoro espiritual como signo de la unión de sus hijos con Usted, nuestro padre, ayudándole solidariamente a llevar el timón de la barca y signo de las ovejas que quieren escuchar siguiendo la voz de su egregio pastor.
Le ofrecemos también un sencillo regalo material: un anillo con ópalos, signo de estas tierras, signo del arduo trabajo en esta su Diócesis y signo del esposo al pendiente de su iglesia particular.
Me atrevo a referir a usted en esta ocasión la mayor parte del himno de las laúdes del común de los pastores, que a la letra dice:
«Cristo, cabeza, Rey de los pastores, -el pueblo entero, madrugando a fiesta, -canta la gloria de tu sacerdote -himnos sagrados.
Con abundancia de Sagrado Crisma, la unción profunda de tu Santo Espíritu –lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia -jefe del pueblo.
Él fue Pastor y forma del rebaño, -luz para el ciego, báculo del pobre, -padre común, presencia providente, -todo de todos.
Muchas gracias, Sr. Obispo Monseñor Mario, y muchas felicidades; que nuestro Dios nos lo conserve por muchos años. ¡Ad multos annos vivas!»
Iniciaremos cantándole las clásicas y populares mañanitas.

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