miércoles, 26 de junio de 2013

Comunión, 30 de junio de 2013, XIII Domingo Ordinario - Ciclo C, No. 802

    San José va a todas las Misas

    La Iglesia Universal ha recibido con gran alegría la determinación del Papa Francisco de modificar las plegarías eucarísticas que se usan para la celebración de la Santa Misa, a fin de promover el reconocimiento y devoción a san José, por lo que a partir de ahora el esposo de la Virgen María, padre adoptivo de Jesús y Patrón Universal de la Iglesia, será mencionado en todas las celebraciones, concretamente en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV –además de la I o Canon Romano, donde ya venía incluida–, de la tercera edición típica del Misal Romano, colocándose siempre después del nombre de la Virgen María.
    El Santo Padre explica estos cambios a través de un decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el cual se pone de manifiesto que en la Iglesia Católica los fieles han experimentado siempre una devoción ininterrumpida hacia san José y han honrado de manera constante y solemne la memoria del castísimo Esposo de la Madre de Dios.
    Y es que, la devoción a san José ha sido tan importante en la Iglesia, que el beato Juan XXIII, durante el Concilio Ecuménico Vaticano II, decretó que se añadiera su nombre en el antiquísimo Canon Romano. En tanto, el Papa Emérito Benedicto XVI quiso acoger y aprobar los deseos que recibió de muchas personas y lugares del mundo, mismos que ahora el Papa Francisco ha confirmado con la aprobación del decreto.
    Si bien el texto contiene sólo las fórmulas en latín y aclara que aquellas que se redacten en otras lenguas tendrá que elaborarse, según las normas del derecho, por las conferencias episcopales de cada país (en nuestro caso la Conferencia del Episcopado Mexicano) y confirmadas por la Sede Apostólica a través de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ya han comenzado a circular en internet algunas traducciones que podrían quedar de la siguiente manera:
    1. En la Plegaria Eucarística II: “Con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los apóstoles y...”
    2. En la Plegaria Eucarística III: “Con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los apóstoles y los mártires...”.
    3. En la Plegaria Eucarística IV: “Con María, la Virgen Madre de Dios, con su esposo San José, con los apóstoles y los santos...”   P. Sergio G. Román – SIAME
    La dimensión social de la fe
    Del 17 al 21 de junio de 2013 se llevó a cabo Curso de Formación Permanente para los Presbíteros de nuestra Diócesis en nuestro Seminario Conciliar. En esta ocasión el tema fue sobre «La dimensión social de la fe», con el objetivo descubrir los signos de los tiempos que presenta la realidad social de nuestra Iglesia Diocesana para impregnarla de los valores del Evangelio, llenos de fe en Jesucristo enviado del Padre y Señor de la Historia a través de la misión permanente. Con el método de VER, JUZGAR Y ACTUAR.
    El lunes 17 por la tarde el padre Lic. Filiberto Cruz Reyes hizo la presentación del curso y se llevó a cabo la Conferencia: Una visión laical de la realidad de la Iglesia hoy. Por el Dr. Raúl Martínez Merling, de la UAQ.
    El martes 18 VER: «La actividad caritativa de la Iglesia debe evitar el riesgo de diluirse en una organización asistencial genérica». durante todo el día fueron una serie de Conferencias del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana sobre el Análisis de la realidad eclesial
    El Miércoles 19, JUZGAR: «Naturaleza diaconal de la Iglesia y del ministerio episcopal», se contó con la participación del Rector del Pbro. Lic. Carlos Hernández, con el tema: « La actividad caritativa en los Padres de la Iglesia» A medio día, Pbro. Lic. Joel Olvera, presentó: «: La actividad caritativa en la Edad Media» Después del medio día el Pbro. Lic. Mauricio Ruiz siguió con el tema, « La actividad caritativa en la época Moderna». Por la tarde el Dr. Rodrigo Guerra López, DEL Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), presentó « La actividad caritativa en el pensamiento de Jorge Mario Bergoglio-Francisco».
    El jueves 20 ACTUAR: «La Iglesia está llamada a ejercer la diakonía de la caridad en su dimensión comunitaria» el Pbro. Dr. Rubén Cabrera López. Presentó la Conferencia: Motu proprio sobre «El servicio de la caridad». Más tarde el Lic. Jaime Septién, presentó « Un recuento del Banco de alimentos». Pasado el medio día el señor Presbítero Pbro. Enrique Ugalde y el equipo de caritas Diocesana encabezada por la Sra. Araceli Alonso, presentó « Un recuento de Caritas diocesana y parroquial». Por la tarde los padres Aristeo Olvera y Mario González Melchor, presentaron « El desafío de la Pastoral de migrantes». Dando por terminado este curso sobre «La dimensión social de la fe»,
    El Viernes 21, se trabajó hasta el medio día. Día dedicado a reflexionar sobre el Ministerio de liberación. El señor Pbro. Lic. Sacramento Arias Montoya presentó «Orientaciones para la Pastoral de Sanación y Liberación». Más tarde presentó « Los límites de la Psicología y la Psiquiatría en el campo de la infestación, influencia y posesión diabólica ». El Curso terminó con la intervención del Pbro. Lic. Isaac Osornio, presentando la Conferencia: «El discernimiento. La infestación. La charlatanería, etc. ».
    La voz de Nuestro Señor Obispo
    +Faustino Armendáriz Jiménez, IX Obispo de Querétaro

    No se admiten pretextos ni retrasos
    El evangelio nos recuerda las exigencias que deben cumplir quienes quieren continuar la misión de Jesús; el recordar que somos bautizados nos compromete a seguir a Jesús pisando sus huellas y luchando por vivir su estilo de vida. Algunos señalan que este viaje de Jesús, más que un viaje geográfico es un viaje teológico, o más aun un viaje de opciones, porque en este recorrido y encuentro con Jesús o se le rechaza o se le acoge siguiendo el camino que el marca. Es un viaje, que más que dirigirse a Jerusalén, lo hace hacia la cruz, donde va a ser despojado de todo, incluyendo su propia vida para ponerse en las manos del Padre.
    Esta es la suerte del discípulo, por ello Jesús declara que seguirlo a él es algo esencial y no puede estar sujeto a condicionamientos o incluso pretextos como los que aparecen en la narración de este trozo del evangelio, donde uno quería aplazar el seguimiento hasta que murieran sus padres, otro se vendría con el Señor después de despedirse de los suyos, que tal vez vivían en un sitio distante. A nosotros hoy el Señor nos llama. ¿Nos atrevemos a seguirlo?
    A Jesús se le niega la hospitalidad, y el camino que le llevara a la muerte a Jerusalén comienza con un sonado rechazo, sin embargo no deja pasar la oportunidad para dar sus instrucciones a sus discípulos ya que lo que le ha sucedido a él no es una simple anécdota, sino que es signo de lo que le va a suceder al verdadero discípulo. Solamente es digno de acompañarle quien se ocupa del Reino de Dios; cualquier otra preocupación, aunque sea muy razonable y justificada, es inválida para Jesús. Jesús replica que no hay retraso posible para quien es llamado a anunciar el Reino de Dios. Quien sigue a Jesús camino de Jerusalén debe saber a dónde le llevan.
    Jesús lo advierte, su seguimiento no es fácil, es duro, y quien le sigue debe afrontarlo y enseñar a otros este camino con el testimonio; por ello, en no pocas ocasiones nos volvemos duros con los demás, solo para mejor olvidarnos de las exigencias de Jesús.
    Hoy, Jesús nos invita, antes de que nos comprometamos a seguirle de cerca, a que nos paremos a pensar si vale la pena seguir a quien tan poco nos puede prometer humanamente. Haríamos bien, si nos lo planteáramos hoy.
    Los discípulos de Jesús no encuentran ni una buena razón para aplazar su dedicación al trabajo misionero. Jesús no quiere que nada que no sea Dios preocupe de verdad a quienes viven acompañándolo.
    Una oración: «Señor ayúdanos a seguirte de verdad, a detenernos, a replantear nuestro seguimiento y estilo de vida. Gracias por no ocultarnos la dureza del camino y fortalece nuestro ánimo para comenzar de nuevo en esta tarea de discípulos misioneros».

    Acentos
    Permanente hace declaratoria de reforma a Artículo 24 sobre libertad religiosa
    Aunque fue aprobada con celeridad -apenas tres meses, tardó un año y dos meses en pasar por los congresos estatales.
19/06/201. México, DF. Después de 14 meses de discusiones en Congresos estatales y cubrir el requisito de cincuenta por ciento más uno de las legislaturas locales, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró aprobado el decreto de reforma al Artículo 24 constitucional en materia de libertad religiosa.
    Los congresos que votaron a favor, 16 en total, son los de Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa y Sonora.
    Michoacán, Morelos, Oaxaca y Zacatecas son los estados que votaron en contra de las modificaciones al Artículo 24 en sus respectivos congresos al considerar que atentaban contra el Estado y la educación laica.
    Con el aval de los estados mencionados, el decreto fue remitido al Diario Oficial de la Federación (DOF) para su publicación.
    La nueva redacción del artículo 24 establece que toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado.
    Estipula que esa libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley.
    Además, agrega que nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política.
    «Hoy termina un largo proceso, ya que la reforma redondea otras que se han aprobado en materia de libertad para los mexicanos», declaró sobre la aprobación el diputado federal panista José González Morfín, según la agencia Notimex. La reforma al Artículo 24 fue promovida por las fracciones parlamentarias de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) justo antes de la visita del Papa Benedicto XVI, a México.
    Por su parte, legisladores de izquierda como Armando Ríos Piter, senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), expuso en tribuna que se mantendrán vigilantes para que la legislación secundaria mantenga el principio básico de la laicidad. Del mismo modo, Ricardo Monreal Ávila, diputado de Movimiento Ciudadano, puntualizó que estarán alertas para evitar que avancen quienes pretenden instaurar un Estado confesional en México.

    Comunicado N° 6/2013
    Asunto: Para la animar la Peregrinación al Tepeyac
    Se acerca el tiempo de la Peregrinación y deseo animar a peregrinos y peregrinas a vivir con entusiasmo este tiempo de camino. La carta a los hebreos ilumina este acontecimiento proponiéndonos a Abraham como modelo del peregrino que camina en obediencia al Señor.
    «Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba. Por la fe, peregrinó por la Tierra Prometida como en tierra extraña, habitando en tiendas, lo mismo que Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas» (Hb. 11, 8-9).
    1. La Peregrinación de la Diócesis de Querétaro a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es sin duda un patrimonio cultural y religioso de la Iglesia de Querétaro, fruto de la fe cristiana y del amor de nuestro pueblo a la Madre del Dios por quien se vive, y que año con año se muestra devoto y entusiasta al caminar; además representa un impulso a la Nueva Evangelización porque nos abre al testimonio de quienes nos han precedido, y en un lenguaje sencillo y contagioso nos educa en la fe y que es preciso transmitir a las nuevas generaciones. El camino al Tepeyac es sin duda un lugar de fe, y la fe es un patrimonio de la Iglesia, que se expresa, se canta, se reza, se robustece y se celebra en comunidad y de modo especial en la liturgia.
    2. Desde 1886 a la voz del Pastor diocesano, la Diócesis se puso en movimiento al ejemplo de Abraham, el peregrino de la fe como una oportunidad para dar testimonio de amor a la Santísima Virgen, con este camino de oración, sacrificio y de fe. Primero iniciaron los varones y hoy son ya ciento cincuenta y tres años de caminar, más tarde se sumarán las mujeres que alcanzarán los cincuenta y cuatro años.
    3. A todos los peregrinos y peregrinas de la Diócesis de Querétaro, mi reconocimiento y mi estima por este testimonio de fe, por su entusiasmo y por su amor a Jesucristo, a la Santísima Virgen María y a la Iglesia. Al mismo tiempo, deseo exhortarlos vivamente a caminar con fe y a disponerse a vivir en orden este camino que nos da ocasión para testificar nuestra fe; recuerden que detrás de nosotros nos acompaña el testimonio de tantas generaciones que vivieron intensamente este camino, animados por una fe viva e irradiante.
    4. A quienes aún no se han decidido a caminar, los invito a sumarse a nuestra romería, que como Iglesia emprendemos durante estas jornadas de calor y de lluvias que refrescan esta experiencia de fe; les aseguro que no se arrepentirán. ¡Vamos a caminar juntos! Obispo, sacerdotes, consagrados, consagradas y fieles laicos; vayamos con la alegría de expresar en quién creemos en este Año de la fe. Que el engrosamiento de estas columnas sea reflejo de nuestra participación en la misión evangelizadora de nuestra Iglesia particular.
   5. La Santísima Virgen María en su advocación de Guadalupe guíe y proteja este camino en el Año de la Fe, del Jubileo diocesano y del acento social que tanto nos compromete en la tarea de la caridad y que vivimos este año en la Diócesis de Querétaro. ¡Ánimo! Que nuestra Madre nos acompaña en el camino.
    Santiago de Querétaro, Qro., 20 de junio de 2013
    † Faustino Armendáriz Jiménez
         Obispo de Querétaro

    Etapa de transformación (1967-1989)
    El Seminario Diocesano
    El domingo 14 de junio de 1970, prevía bendición de la nueva Capilla del Seminario Diocesno, el Excmo. Sr. Obispo confirió el Orden del Presbiterado, siguiendo el nuevo hermoso rito a los Díaconos D. Miguel Barrón Ruiz y D. Victor Ferro Moya, numerosos invitados llenaron el Sagrado recinto y participan en la Misa y en la ceremonia de la ordenación1.
    En 1971 el Padre Florencio Olvera Ochoa asume la dirección del Seminario, es nombrado Vicerrector con funciones de Rector (Décimo Primer Rector) trabajo en la asimilación del Concilio. Difícil época de transformaciones sociales. Su prioridad fue trabajar en la asimilación del Concilio Vaticano II. El P. Florencio Olvera Ochoa en 1980 fue nombrado Rector del Colegio Mexicano en Roma, dejando el Cargo de Rector.
    Curso Introductorio
    El Curso Introductorio surgió del Concilio Vaticano II, como una exigencia de acuerdo a las circunstancias que vivía la Iglesia en orden a la crisis en la vida sacerdotal, que sufrían no pocos sacerdotes en todo el mundo que se reflejaba en una falta de integración y madurez humana, en una pobre vida espiritual y por lo tanto en una falta de consistencia en su identidad vocacional, cuya causas de este fenómeno se encontraba en su formación. A esta etapa de formación el Concilio la llamo Curso Introductorio o Propedéutico.
    Dios puede llamar cuando quiera, también es cierto que actualmente la mayoría de los que ingresan al seminario vienen ya al final del bachillerato, durante sus estudios universitarios o incluso después de haberlos terminado.
    Todo el período de formación, y después la vida sacerdotal, deben tener en cuenta esta prioridad. Un primer elemento necesario, por no decir indispensable, es que el seminarista cuente con una buena base espiritual. Algunos ingresan al seminario poseyendo ya esta base, pero no siempre es así. Entonces se plantea la pregunta de cómo lograrla. Durante los años de la preparación filosófico-teológica el estudio llena casi completamente el tiempo disponible. Por eso normalmente no resulta fácil compaginar las preocupaciones académicas con la atención y las actividades orientadas a esta iniciación en la vida espiritual. De aquí que sean cada vez más los seminarios que han instituido un período introductorio o curso propedéutico (OT 14, RFIS 42).
    Un curso destinado, en primer lugar, al discernimiento vocacional. Por una parte el interesado puede dedicarse, al inicio mismo de su camino vocacional, a reflexionar seria y serenamente sobre la existencia de la llamada divina. Podrá estudiar lo que es e implica el sacerdocio católico, analizar sus cualidades y defectos personales, y ponerse a la escucha atenta del Espíritu Santo. Los formadores están ahí para ayudarle en ello y para ir a su vez conociendo profundamente al candidato, de modo que puedan también hacer, cuanto antes, una labor de discernimiento claro y fundado.
    Por otra parte, el curso propedéutico facilitaría la necesaria adaptación del joven a la nueva mentalidad y estilo de vida que supone la vocación sacerdotal. Basta un mínimo de experiencia para constatar que los jóvenes que entran al seminario suelen venir con muy buenas disposiciones pero que no siempre están preparados para iniciar directamente la vida de seminario. Sus hábitos, sus costumbres, su modo de ver las cosas suelen distar mucho de lo que configura a una persona llamada a ser ante el mundo otro Cristo. No es raro que al inicio se encuentren «desubicados». Si no se les ayuda desde el primer momento se corre el riesgo de que se pasen la vida ubicándose.
    Pocos años después del Concilio, en México, se empezó a implementar en los Seminarios esta etapa. Durante muchos años esta etapa de formación en algunos Seminarios de México vieron oportuno que se hiciera regionalmente, desde 1971 se introdujo en nuestro Seminario el Curso Introductorio Regional, propedéutico a los estudios eclesiásticos de filosofía y teología. A lo largo de seis meses, se intensificaba la formación de los seminaristas por medio de temas vocacionales, sacerdotales y espirituales; servía también para integrar a los que ingresaban al seminario al terminar la preparatoria en las escuelas públicas.
    La sede de esta etapa se realizara también en las diferentes Diócesis; se inicia en la Arquidiócesis de Durango, con sede en el Seminario Mayor. Son cuatro los alumnos que representan a la Diócesis de Querétaro en esta nueva etapa, conformada por un total de 54 alumnos, llegados de las diócesis hermanas de Aguascalientes, Zacatecas, Texcoco, Querétaro y por supuesto Durango.
    Se consolidó así esta experiencia regional, que encabezó y dirigió la Arquidiócesis de Durando y cuya responsabilidad fue confiada al Pbro. José de Jesús López de Lara Castañeda de la Diócesis de Zacatecas, a quien se le considera el padre del Curso Introductorio en la zona por planear, organizar y proponer un plan de formación bien definido, capaz de responder a las exigencias del Concilio; con él colaboró como director espiritual el entonces Pbro. Andrés Corral y que luego fuera Obispo de la Tarahumara. Cabe mencionar que la mayor representatividad la tenía la diócesis de Durango, pues de los 54 alumnos que conformaban la generación 1971-1972, 30 pertenecían a ésta. La experiencia, que carecía de un espacio propio que correspondiera a las exigencias de la etapa, duró en Durango tan solo dos años, de modo que en 1973 fue trasladada a San Luis Potosí.
    En el año de 1973 el Curso Introductorio Regional se trasladó a la antigua casa de vacaciones situada en el Km. 78 de la carretera San Luis – Río verde, en el lugar llamado San José del Terremoto, casa de vacaciones del Seminario de de San Luis Potosí, y con una duración de diez meses. Casa que acogió esta etapa por tan sólo un año; la cual se trasladó después a la Parroquia de Santiago en la diócesis de S.L.P. Participó entonces como superior el Pbro. Salvador Rincón Frías, queretano, quien desempeñó el cargo de prefecto de disciplina de 1974 a 1977.
    Para el periodo 1974-1975 los obispos designaron como responsables a los padres Salvador Rincón Frías de la Diócesis de Querétaro, J. Guadalupe Gutiérrez de la Diócesis de León, Juan López de la Arquidiócesis de Durango, y Enrique Pastrana de la Diócesis de San Luis Potosí. Éste se realiza junto con seminaristas de otras Diócesis como Durango, San Luis Potosí y Celaya a partir de septiembre de 1974.
    El Pbro. Enrique Pastrana, Rector del Seminario Potosino; sucedió al Pbro. Salvador Rincón Frías, en el cargo de rector para el ciclo escolar 1977-1978. Mas tarde fue enviado a participar como formador otro sacerdote queretano; el Pbro. Gonzalo Vega Robles, quien estuvo al frente de la etapa en el ciclo escolar 1978-1979, año en que se trasladó la experiencia regional a Celaya. En la Diócesis de Celaya casa de Leandro Valle anexa al templo del Señor de la Piedad, Curso 1978-1979 al 1988-1989) 2
   1 Cfr. Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro, Julio de 1970, Num. 7 Pág. 168.
2 Cfr. Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro, Octubre de 1974, Num. 10 Época V. Pág. 233, Semanario Comunión Querétaro.
DE PARROQUIA EN PARROQUIA Pbro. Reynaldo Huerta Cerna. 30 de septiembre de 2012. No. 763


    Signos Vitales
    P. Gabino Tepetate Hernández
    gabino_th@hotmail.com
   La dimensión profética de la iglesia
    Ante una situación de debilitamiento y resquebrajamiento del tejido social por la degradación socio-política y financiera, marcada por la corrupción y la perdida de valores éticos, sociales y religiosos, como la desconfianza en los referentes institucionales eclesiales, educativos y laborales existentes, empiezan a surgir ciertos liderazgos de grupos emergentes de jóvenes, estudiantes y profesionistas, indígenas y trabajadores que están tomando conciencia de que es necesario buscar nuevos paradigmas y de que el futuro del ser humano depende cada vez más de las propias decisiones de la sociedad civil organizada.
    Ante esta crisis generalizada, en la que no sólo la Iglesia sino la misma fe se cuestiona, tenemos que convencer que los de la Iglesia Católica no somos ajenos al sufrimiento de la gente y ofrecerles un testimonio de esperanza para los pobres y para esa sociedad indiferente que los abandona a su suerte y declarar como lo hicieron los profetas, que Dios con su fuerza creadora de justicia ya está actuando, ofreciendo un horizonte nuevo para humanizar la vida y la historia. La Buena Noticia de Dios proclamado por Jesucristo, el Reino de Dios, es una experiencia nueva de Dios, cuyo proyecto es transformar el mundo para humanizar la vida, con el llamado a entrar dentro de esta dinámica, a través de la fe y la conversión para ser coprotagonistas y corresponsables con dicho proyecto, para una historia mas dichosa.
    Encerrarnos sólo en nuestras propias seguridades y bienestar, en detrimento de las inmensas mayorías que son sacrificas a los ídolos del poder, del dinero y del prestigio, es dar la espalda al proyecto de Jesús, quién en su actitud profética empezó por rescatar la vida de los últimos, haciéndola más sana, liberada y digna.
    Por lo tanto, como Iglesia desde el movimiento profético de Jesús, los cristianos tenemos que conocer y comprender qué es lo que pasa en la vida que vivimos con nuestra gente, ser centinelas y atrevernos a hablar con el riesgo que todo esto implica y que sólo una fe profunda en el Dios de la vida y el amor a nuestra gente hacen posible ejercer el profetismo.
    Los bautizados, como pueblo sacerdotal y profético, necesitamos de un nuevo impulso profético para mantener siempre viva la esperanza en el proyecto del Reino de Jesús, que propone un cambio radical, que cambie los fundamentos de la sociedad, a través de un nuevo modelo de hombre: es el hombre nuevo quien ha de crear una sociedad nueva.
    Los evangelios dan testimonio de la identidad profética de Jesús y de su misión para llevar la Buena Nueva a los pobres, por más que esa imagen nos pueda resultar molesta o inquietante, como de su misión para quienes se ven afectados en sus intereses de poder. Los profetas de Israel siempre fueron personajes conflictivos para el poder tanto civil como religioso, pero son y seguirán siendo el testimonio vivo de la presencia del Espíritu en medio de la comunidad y que contribuyen esencialmente a su fecundidad.
    Pero también es importante saber y dejar bien claro, que el profeta está vinculado a la autoridad apostólica, aunque esto no quita la critica profética, la denuncia y la interpelación evangélica, sin embargo, nunca puede llevar el profeta al rompimiento con la comunidad eclesial y al rechazo de la comunidad apostólica, es por esto, que podemos hablar de la dimensión o aspecto profético de la Iglesia, tan necesario y urgente en estos tiempos críticos que vive nuestra sociedad y nuestra Iglesia.
Que Dios los bendiga.