jueves, 17 de julio de 2008

Comunión Querétaro N°544 20/julio/2008 Las Cartas de San Pablo

1ª Carta a los Tesalonicenses (1 Tes)
Las cartas de Pablo no son textos de teología. No hay secciones organizadas lógicamente que se dediquen a temas como la doctrina de Dios, antropología, hamartiología o soteriología. La teología que se encuentra en las cartas paulinas no es sistemática, sino pastoral, y responde a situaciones especiales. Pablo escribe como un pastor fundador preocupado por sus recién convertidos que necesitan ánimo.

Sin embargo, la teología pastoral es una teología real. Y, la teolo­gía que responde a situaciones a menudo es más pertinente para la vida diaria que las teorías especulativas que a veces llamamos teología. Además de enfocar su atención en la santificación, 1 Tesalonicenses también enseña acerca de temas teológicos importantes como la elección divina y la escatología. (También hay una conexión cercana entre las tres doctrinas en 2 Tesalonicenses 2:13-15).

Esta carta aunque no tengan la importancia doctrinal de las grandes cartas, sin embargo por ser de los primeros escritos del NT, nos ofrecen la descripción viva de una comunidad joven y fervorosa de la primera generación cristiana. Se descubre el entusiasmo de una fe nueva, la esperanza un tanto desordenada, el amor apasionado, que suscita la predicación de Jesucristo.

a) La venida gloriosa de Cristo:
Al principio de la Iglesia, los cristianos, Pablo incluido, vivían inmersos en el gozo y la esperanza de la venida salvadora del Mesías. La resurrección de Jesús era para ellos el anuncio y el signo cercano de su vuelta.
En cuanto al tiempo de la Parusía, Pablo enseña, que antes de que ocurra, habrá una gran apostasía, o sea una crisis, religiosa a gran escala, y la aparición de un anticristo, particularmente peligroso, que intentará destruir la obra de Cristo. Cuando éste aparezca, Cristo vendrá a destruirle (2 Tes. 2,1-12).
En cuanto al tiempo, si bien Pablo, en estas primeras cartas, tiene la idea de una cercana venida de Cristo Glorioso, insiste que lo importante no es el cuándo, sino que nos encuentre firmes en la fe, en la esperanza y en el amor, vigilantes y trabajando por Él.

b) La vida cristiana:
En las dos cartas encontramos muchos elementos que caracterizan la vida del cristiano; destacamos algunas que nos van a ayudar en reflexionar sobre nuestra vida de seguimiento a Jesús:
· La fe, esperanza y caridad: Constituyen las características básicas del estilo de vida cristiano (1Tes. 1,3).
· La fortaleza y la alegría: De vivir la fe en Cristo, a pesar de las dificultades y el medio hostil (1Tes. 2,14-16).
· La pureza y la santidad de vida: Como condiciones para ser cristiano (1Tes. 4, 1-8).
· La fidelidad a nuestra fe y la vigilancia cristiana:(1Tes.5,5-10; 2Tes. 2,13-15).
· La esperanza cristiana frente a la muerte (1Tes. 4,13-18)
· El deber del trabajo (2Tes. 3,6-13)
· Las actitudes del misionero y anunciador del Evangelio: Amor desinteresado, valentía, sacrificio, coherencia honradez (1Tes. 2,1-12).
· La actitud de la comunidad con los «indisciplinados» (2Tes. 3,14-15); y confronta Mt. 18,17; Rom. 16,7; 1Cor. 5,4-5.

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