jueves, 19 de abril de 2012

Comunión, Órgano oficial de la Diócesis de Querétaro, 22 de Abril de 2012 No. 740


Para ver



Agenda
Segundo Encuentro Diocesano de Ministros Extraordinarios de la Comunión
Día: 5 de Mayo del 2012

Lugar: Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe
Horario: 8.30 a.m. - 3.00 p.m.
Destinatarios; Todos los MEC’s de nuestra Diócesis y todos los sacerdotes.


Día del Seminario
Hoy en las parroquias fuera de la Ciudad Episcopal

El Día del Seminario, en el fondo, debe ser una fiesta para todos los católicos del mundo, como debe de serlo la Jornada por las Vocaciones. Son conmemoraciones en las que todo el pueblo cristiano debe estar unido porque el sacerdocio es el Don insustituible en la Iglesia de la presencia viva de Cristo Cabeza: Sacerdote, Maestro y Pastor. Don que concierne a todos los que integran la Iglesia. Una parte, porque se siente llamada a esa vocación en concreto, y otra parte, porque debe sentirse impelida a cuidar, proteger y rezar por los sacerdotes y por los que se preparan al sacerdocio. De hecho, ése es el objetivo de una campaña como la del Día del Seminario, donde se pretende promover la llamada al sacerdocio, recordar la importancia de acompañar a las vocaciones y, especialmente, sostener, sobre todo, con la oración, a todos aquellos que se encuentran recorriendo el camino para ser sacerdotes de Jesucristo.


Próxima Visita Pastoral
Con el objetivo de propiciar un encuentro cercano y cordial, de sacerdotes, vida consagrada, consejos parroquiales de pastoral y laicos, con su Obispo, para acercarse y conocer la situación que estamos viviendo, fortalecer la espiritualidad de comunión en la Iglesia diocesana y dinamizar la Misión Continental Permanente; esta semana del 24 al 27 de abril nuestro señor Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez visita las 10 parroquias del Decanato de Guanajuato.

LA VOZ DE NUESTRO SEÑOR OBISPO
† Faustino Armendáriz Jiménez.
IX Obispo de Querétaro

La misericordia de Jesús nos alcance

En este domingo de la Misericordia, nombrado así por el Beato Juan Pablo II por ser un domingo caracterizado por el perdón, es Jesús quien nos pone la muestra de como debe ser el verdadero perdón hacia el prójimo; debe olvidar todo resquicio de dureza y rencor. El mejor ejemplo es el de Jesús, que cuando necesitó de sus discípulos estos le fallaron y lo abandonaron cuando más los necesitaba, sin embargo, ahora que Cristo aparece resucitado, notamos la ternura y la misericordia de su trato. Ahora les da seguridad diciéndoles: La paz esté con ustedes.

Quien se encuentra con Jesús, se encuentra con la paz misma, la cual brota del conocimiento del Señor y de seguirlo incondicionalmente, de esta manera tú puedes ser un constructor de la paz, en tu casa, con tu familia, en tu trabajo, en todos los lugares donde te desenvuelvas puedes promover la paz, la cual viene siempre acompañada de perdón y de amor. Este perdón que lo encontramos primeramente en Dios, en el sacramento de la reconciliación; la pascua es también un buen momento para acercarse al confesionario si es que en cuaresma no lo hiciste. Por otro lado, si tienes alguna rencilla con alguien busca el perdón en nombre de Jesús, pídele que te ayude a perdonar como el perdona y a amar como él hasta el extremo, solo de esta manera la paz estará contigo y reinará en nosotros.

En este evangelio nos encontramos también con Tomás el cual duda del testimonio de sus compañeros, él quiere demostraciones tangibles de que el Señor resucitado ha estado con ellos; por una parte vemos la emoción por ver al Señor, pero por otro lado notamos la debilidad del hombre de que sólo en el encuentro con el Señor vivo es capaz de exclamar: «Señor mío y Dios mío»; proclamación de fe que manifiesta, su adhesión total como discípulo del Señor. Nuevamente Jesús interviene diciendo «tú crees porque me has visto, dichosos los que creen sin haberme visto», de esta manera Jesús bendice a los que creen sin verlo; una llamada de atención para nosotros los que decimos creer en Jesús ya que no solo es esto, sino creerle a Jesús, lo cual significa estar movidos a ser sus discípulos a ser sus pregoneros y anunciar la buena nueva de la cual nosotros somos partícipes, porque «la paz está con nosotros».

Animados por este testimonio de amor de Jesucristo sigamos nuestro camino pascual en un ambiente de regocijo por el Señor resucitado el cual nos invita a manifestar a cada uno de nuestros hermanos, las maravillas que ha hecho en nosotros. Que Jesús les abrace y que la paz esté en sus hogares y en cada corazón de su familia.


SIGNOS VITALES
P. Gabino Tepetate Hernández gabino_th@hotmail.com
La Pascua de Jesús un acontecimiento de fe con implicaciones sociales
El domingo 15 de abril, segundo domingo de Pascua o domingo de la Divina Misericordia, nuestro señor Obispo Faustino Armendáriz Jiménez presidio la celebración de esta fiesta en el Templo del Señor de la Misericordia en la colonia Desarrollo San Pablo, Qro.
En un ambiente socio cultural marcado por el afán de lucro, las luchas de poder y de una moralidad permisiva y relajada, favorece el pensamiento ligero, exaltan la vanidad y se aferran a objetivos inmediatos y utilitarios limitados al interés personal y al del grupo social, se convierten en prepotentes y toman una actitud cerrada e indiferente ante las necesidades vitales y trascedentes de la vida social, sobre todo, para con los grandes sectores de la población que luchan por salir del empobrecimiento y de la miseria.

La tradición bíblica ante estas experiencias mantiene la cultura del recuerdo, la memoria histórica, como patrimonio de la tradición religiosa que no sólo encomienda a las victimas al Dios del futuro, al Dios que resucita a los muertos, sino que es hecho participe de la acción transformadora de Dios.

En el acontecimiento pascual de Jesùs de Nazaret se dio una intervención divina, ahí donde con la muerte acaba todo, inició el comienzo de una vida nueva a través de la muerte, que no fue volver a la misma realidad, sino a algo distinto, diferente, nueva, definitiva e inmortal, la vida de resucitado. Jesùs de Nazaret es el mismo pero al mismo tiempo totalmente diferente, es Jesùs Resucitado, la dimensión de Dios al que sólo uno puede aproximarse, es decir, acceder por la fe.

Los primeros cristianos ante esta realidad sobrenatural accedieron a él por medio de la fe y fueron hechos portadores de este mensaje de esperanza que irrumpió ya en el tiempo con una nueva manera de ser y de relacionarse en la vida personal y colectiva. Estas nuevas actitudes se hicieron sentir en la implicaciones sociales de la fe, la búsqueda y realización del bienestar común, entre los primeros cristianos del que da testimonio el libro de los Hechos de los Apóstoles, que no fue probablemente un invento de los cristianos, pero no hubo quienes se distinguieran más y mejor en su practica y en su enriquecimiento con elementos nuevos de lo que serían las notas características de una verdadera comunidad cristiana. Este sentido de responsabilidad por velar por el bienestar común, es una especie de lo que hoy llamamos seguridad social que de ninguna manera fue lo determinante para asociarse al grupo de los cristianos sino la fe y las convicciones en Jesùs Resucitado, pero si un ejemplo de una fe comprometida en su dimensión social.

¿Cómo innovar este espíritu cristiano ante la situación actual que vive nuestra sociedad y nuestra Iglesia? y ¿Cómo dar testimonio de este cristianismo de convicción, de creatividad, de generosidad y entrega diaria? Ante estos desafíos no hay que dar por supuesta la fe y que además siempre serán interrogantes recurrentes, porque se trata de algo que rebasa nuestras particularidades, porque no somos nosotros los salvadores del mundo, pero sí estamos llamados a hacer presente la salvación operada por Cristo. Este es el imperativo que no debemos soslayar, de aquí la urgencia de una Nueva Evangelización, para llevar adelante el mandato misionero.

La admiración a la persona de Jesucristo se mantiene a través de los siglos y exige de nuestra parte revitalizar nuestra fe en El y colaborar en su proyecto de Vida que está por encima, pero no en contra de nuestras fatigas cotidianas por el bienestar temporal, que debe ser reconocido, respetado e impulsado para que se haga realidad en todos este anhelo humano legítimo.

Sólo un acontecimiento de esta trascendencia, la de Jesucristo y su proyecto pueden despertar e infundir nuevas esperanzas y hacer realidad esa aspiración de una vida digna, verdaderamente humana y trascendente. Que Dios los bendiga.


Fiesta de la Divina Misericordia
En su Homilía afirmo: «Encontramos muchas promesas de personajes, líderes de todo tipo que manifiestan que son capaces de transformar una situación de violencia en caminos de paz, promesas de erradicar la pobreza que tanto lacera alas familias, y que provoca emigración y la misma violencia devastadora. Cualquier convicción que se tenga por cambiar una sociedad, por transformar los corazones, si no se hace en el nombre de Cristo, creo que podemos dudar que se realicen aquellas propuestas».


Hoy en las parroquias fuera de la Ciudad Episcopal
Día del Seminario
Circular Nº 14/2012/

Asunto: Día Del Seminario

A los hermanos Presbíteros,

a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:

El IV Domingo de Pascua celebraremos en toda la Iglesia la fiesta del Buen Pastor, les animo a intensificar la oración por las vocaciones a la vida consagrada y en modo especial a la vida sacerdotal. En mi recientemente circular sobre la Oración por la Vocaciones; haciendo eco de esta preocupación del Santo Padre, he querido referirme al compromiso misionero de orar permanentemente por las vocaciones; impulsando de acuerdo al Plan Diocesano de Pastoral un equipo parroquial que promueva y ofrezca a los jóvenes un discernimiento vocacional atento, pues toda vocación es un don de la caridad de Dios.
Además, en nuestra Diócesis celebraremos el Día del Seminario, con este fin se realizará en todas las parroquias, rectorías y capellanías la Colecta en favor del Seminario Diocesano. Les doy a conocer las fechas en que se realizará la colecta:
1. En las parroquias fuera de la Ciudad Episcopal se hará el 22 de Abril de 2012, el III Domingo de Pascua.

2. En las parroquias, templos, rectorías y capellanías de la Ciudad Episcopal, el 29 de Abril de 2012, el IV Domingo de Pascua.

3. En los Decanatos de Guanajuato y de Soriano se hará del 09 al 17 de Junio de 2012.
4. En el Decanato de la Sierra Gorda se hará del 18 al 24 de Junio del 2012.

Les recuerdo además que la colecta es obligatoria y debe entregarse íntegra al Seminario. Es nuestro deber orar y colaborar en su sostenimiento. Los sacerdotes responsables de la economía del Seminario les harán llegar oportunamente los carteles, los sobres y la oración por las vocaciones sacerdotales.

Queridos hermanos en el sacerdocio: les pido que animen a todos los fieles a orar intensamente y a colaborar generosamente en el sostenimiento de las vocaciones sacerdotales, agradezco su amor y su apoyo en esta obra, deseo que la alegría pascual colme su vida y su ministerio sacerdotal y los encomiendo a la intercesión de la Santísima virgen María.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 29 días del mes de marzo del 2012.

Fraternalmente en Cristo y María.
†  Faustino Armendáriz Jiménez
IX Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller



Día del Seminario - Guión litúrgico
Domingo III de Pascua de Resurrección /B
22 de Abril de 2012
MONICIÓN ANTES DE COMENZAR LA CELEBRACIÓN
Bienvenidos hermanos a la fiesta del Señor Resucitado, a la celebración del Día que hizo el Señor para nuestro descanso y nuestra paz. La liturgia pascual celebra la misión que Cristo Resucitado ha confiado a su Iglesia, la misión de la reconciliación. Los que vivimos en Cristo hemos sido llamados a ser testigos de la resurrección con nuestras vidas. Hoy en nuestra parroquia celebramos el día de nuestro Seminario. El Seminario es el lugar del encuentro con Cristo resucitado, para ser testigos. Hoy es fiesta. Da gracias y alaba a Dios. Hoy es día para orar por la vocaciones. Hoy es fiesta. Canta a Jesucristo Resucitado. Entonemos juntos el canto de entrada.

Acto penitencial (Para usarse los dos domingos)
• Señor, muchas veces nos quejamos de la falta de sacerdotes. Otras veces du­damos de que nos escuches cuando pedimos por las vocaciones sacerdotales. Señor, nos falta fe. Perdónanos por nuestra falta de esperanza, porque no confiamos en tu promesa de darnos sacerdotes según tu corazón. SEÑOR, TEN PIEDAD.

• Señor, a veces olvidamos que los sacerdotes son personas que necesitan nuestro apoyo, nuestro ánimo y nuestra oración. Nos cuesta valorar sus cualidades y solo nos fijamos en sus defectos. Señor, perdónanos por nues­tra falta de caridad hacia ellos, por nuestros pecados de omisión, por todo aquello que podemos hacer para que nuestros sacerdotes sean buenos y no lo hacemos. CRISTO, TEN PIEDAD.

• Señor, cuando pedimos por las vocaciones para el sacerdocio lo hacemos con la boca pequeña o mirando a otro lado. Te pedimos sacerdotes, pero que no salgan de nuestras familias. Perdónanos, Señor, por nuestra poca generosi­dad, porque nos cuesta también a nosotros entender que la vida es un regalo. SEÑOR, TEN PIEDAD.

MONICION A LA PRIMERA LECTURA
El Libro de los Hechos es la experiencia de los primeros seguidores de Jesús. Su anuncio de Jesús muerto y resucitado será lo que les hace crecer como comunidad y hace visible la Iglesia de la que formamos parte.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA San Juan nos da hoy en su Primera Carta el anuncio gozoso del perdón y de la reconciliación consigo mismo y con Dios. El cristiano está invitado por vocación a vivir la santidad.

MONICIÓN AL EVANGELIO En el Evangelio nos encontramos una vez más con una escena pos-pascual que ya nos es común En el ambiente de reunión se presenta Jesús. Jesús en esta ocasión pide de comer para así fortalecer su fe, quitar sus miedos y traspasarles su paz.

Domingo del Buen Pastor
Domingo VI de Pascua de Resurrección /B
29 de abril de 2012
MONICIÓN ANTES DE COMENZAR LA CELEBRACIÓN
Nos hemos reunido en el nombre del Señor, en el domingo que recordamos a Jesús como Buen Pastor, y en el que la Iglesia nos propone la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Hoy también celebramos el día de nuestro Seminario. Cristo es el Buen Pastor por su espíritu de entrega. Nuestro servicio es transmitir el mensaje de salvación a quien todavía lo desconoce. Quizás sería un buen día para preguntarnos: Y yo, ¿a quién sirvo? Celebremos con gozo la Eucaristía de este domingo pascual.

MONICION A LA PRIMERA LECTURA. San Pedro es capaz de avalar su trabajo, sabiendo que Jesús es la piedra angular de la nueva vida, de la nueva relación entre Dios y los hombres; Jesús es el Salvador de las personas, que nos saca de todo mal y de toda esclavitud: no hay otro nombre que pueda salvarnos.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA Por medio de la iniciación cristiana hemos llegado a ser hijos de Dios, y ello es fruto del gran amor de Dios hacia los hombres que se manifestó por medio de Jesucristo.

MONICIÓN AL EVANGELIO Jesús se presenta a sí mismo como el buen Pastor, que da su vida por la salvación de sus ovejas. Él quiere que todas ellas se beneficien del misterio pascual de su muerte y resurrección.

Peticiones (Para usarse los dos domingos)
- Te pedimos Señor por el papa Benedicto XVI para que le bendigas con tu gracia y le concedas tu Espíritu de discernimiento y de guía. Que su testimo­nio y su magisterio, sobre todo durante la próxima Jornada mundial de la Juventud, sea una invitación para que muchos jóvenes se decidan a servirte en el sacerdocio. TE LO PEDIMOS, SEÑOR.

- Te pedimos también por nuestro obispo N, responsable de las vocaciones en nuestra diócesis, para que sepa ser padre y hermano de todos los sacerdotes que forman el presbiterio diocesano. Que su ejemplo de unidad y fraterni­dad sea un estímulo para los jóvenes. TE LO PEDIMOS, SEÑOR.

- Te pedimos por los sacerdotes de nuestra diócesis, para que al ejemplo de Jesús que dio su vida por los hombres, sean generosos en su ministerio sin ahorrarse ni esfuerzos ni fatigas. Que tengan un corazón de padre como el tuyo, de manera que toda su vida sea un regalo total para el mundo. TE LO PEDIMOS, SEÑOR.

- Te pedimos de una manera especial por los sacerdotes mayores y por los sa­cerdotes enfermos. Te damos gracias por su entrega generosa en la fidelidad y la constancia. Que nunca se sientan solos o abandonados. Que nuestra cercanía y amor sea manifestación de nuestro aprecio agradecido. TE LO PE­DIMOS, SEÑOR.

- Te pedimos por los seminaristas de nuestra diócesis, para que no sean víc­timas del individualismo ni del afán de éxito que nos impone la sociedad de hoy. Que desde su etapa de formación aprendan que ser sacerdote es ser servidor entendiendo la vida y el ministerio como un regalo para el mundo. TE LO PEDIMOS, SEÑOR.

- Te pedimos por los jóvenes de nuestra diócesis para que no tengan miedo de entregarse totalmente como sacerdotes al servicio del mundo y de la Iglesia. TE LO PEDIMOS SEÑOR.

Acción de gracias (Para usarse los dos domingos)
Toda celebración Eucarística es una acción de gracias. Y hoy te queremos dar gracias y bendecirte por los sacerdotes, ellos son para nosotros un precioso regalo de tu parte.

- Gracias, Señor, por este regalo que tantas veces no sabemos apreciar.

- Gracias por los sacerdotes ancianos y mayores que se han desgastado en el anonimato y la fidelidad del día a día.

- Gracias por los sacerdotes enfermos cuyo testimonio de entrega hasta el sufri­miento nos anima a seguir luchando en la vida.

- Gracias por nuestros párrocos y vicarios que, como pastores responsables, están siempre a nuestro lado para guiarnos y acompañarnos.

- Gracias por los sacerdotes misioneros, su ejemplo es para nosotros una invitación a dejarlo todo para anunciar en nuestro ambiente tu Palabra sin complejos.

- Gracias por los sacerdotes que trabajan en los hospitales, donde su presencia es signo de tu presencia que da vida y salud.

- Gracias por los sacerdotes que trabajan en las escuelas, las universidades y todas las instituciones educativas; ellos se esfuerzan en mostrar que la fe y la cultura se necesitan mutuamente.

- Gracias por los sacerdotes que acompañan tantos movimientos y grupos que hay en tu Iglesia porque hacen lo posible para que el fuego del apostolado esté siempre vivo.

- Gracias por los sacerdotes que nos acompañan en nuestro camino espiritual; gracias por su escucha, su silencio, su respeto y sus palabras de consejo, de áni­mo y de consuelo.

- Gracias por los sacerdotes que trabajan en la formación de los seminaristas, dándolo todo para formales según tu corazón y al ejemplo de tu Hijo el Buen Pastor.

- Gracias por los sacerdotes que trabajan con los más desfavorecidos de nuestro mundo injusto; porque intentan construir con gestos proféticos el reino de las bienaventuranzas.

- Gracias por los sacerdotes que nos han dado el sacramento del bautismo, el don de la fe y la gracia de ser hijos de tu Iglesia.

- Gracias por los sacerdotes que nos alimentan en la Eucaristía con la Palabra y el Pan de la Vida que nos permiten seguir caminando como hermanos.

- Gracias por los sacerdotes que en tu nombre perdonan nuestros pecados y enjugan nuestras lágrimas con palabras de misericordia.

- Gracias por los sacerdotes que bendicen nuestros matrimonios para que sean signo de tu amor hacia todos nosotros.

- Gracias por los sacerdotes que nos visitan cuando estamos enfermos y nos dan fuerzas para soportar el sufrimiento y el dolor.

- Gracias por los sacerdotes, Señor. Gracias, muchas gracias.



AGRADECIMIENTO
A todos mis hermanos sacerdotes y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro, les saludo con afecto en el Señor Jesús:

A través de la presente deseo expresar mi gratitud a todas las comunidades parroquiales de la Diócesis, por cumplir con generosidad el grave deber de ayudar a la Iglesia Diocesana, mediante su cooperación con el Diezmo y poder así contribuir más eficazmente a la misión de anunciar el Evangelio y de llevar a todos la Salvación. Sin este desprendimiento generoso la Iglesia no podría dar cauce a su misión de evangelizar y de participar en la construcción de una sociedad más justa y pacífica entre nosotros.

Reitero mi agradecimiento y mi oración constante por todos ustedes y ruego a la santísima virgen María, en su advocación de los Dolores de Soriano; que interceda por todos.

Dios Nuestro Señor les pague por su valiosa ayuda y por su generosidad.

Fraternalmente en Cristo y María.

Santiago de Querétaro, Qro., a 29 de marzo de 2012.
+ Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro


Prot. n° 26/2012

Circular nº 15/2012/
Asunto: Peregrinación de Catequistas a Soriano
A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada,
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:

Los catequistas de la Diócesis de Querétaro peregrinamos a la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano buscando su ayuda e intercesión. En María encontramos un modelo para impulsar y consolidar la renovación de la catequesis, para engendrar hijos e hijas en la fe y educarlos hacia la plenitud de Cristo (Cf. DGC 291).

María es la gran misionera, que continúa la misión de su Hijo formando misioneros (Cf. DA 269). En ella se encuentra la máxima realización de la existencia humana y cristiana; por su fe, obediencia y su constante meditación de la Palabra es la discípula más perfecta del Señor (Cf. DA 266). Por el misterio de María el cristiano puede reencontrar el sentido de la vida personal y social, ella es modelo de fe, esperanza y caridad.

La Dimensión de Catequesis que coordina el P. Alejandro Sánchez Ruiz invita a los catequistas a peregrinar el próximo domingo 20 de mayo de 2012. El punto de reunión será en la comunidad de Ajuchitlán a las 8:00 hrs. La peregrinación dará inicio a las 9:00 hrs. Tendremos la celebración de la Sagrada Eucaristía en la Basílica a las 12:00 hrs. El lema que motivará esta jornada es: Con María, los Catequistas Proclamamos a Jesucristo Camino, Verdad y Vida. Caminar juntos es ya un gesto evangelizador, el pueblo cristiano se evangeliza y cumple su vocación misionera (Cf. DA 264).

Pido a los sacerdotes animen a los catequistas a participar en esta peregrinación y los encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 02 días del mes de abril del 2012.
Fraternalmente en Cristo y María.
†  Faustino Armendáriz Jiménez
IX Obispo de Querétaro
Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller


Recital de Canto Gregoriano
En San Antonio, lunes 30 de abril, a las 8pm.
En San Agustín, lunes 7 de mayo, a las 7pm.
En Teresitas, lunes 21 de mayo, a las 7:30pm.
En Santa Rosa de Viterbo, miércoles 30 de mayo, a las 8pm.
Coro: SCHOLA GREGORIANA DE SANTA CLARA.
¡Entrada Libre!


Circulo BíblicoPbro. José Luis Salinas Ledesma
III Domingo de Pascua – Ciclo B
1. Lectura del texto: Lc 24, 35-48
(Se pide luz al Espíritu Santo)

Señor, Tú nos pones frente a tu Palabra, ayúdanos a acercarnos a ella con reverencia, con atención, con humildad. Envíanos tu Espíritu Santo para que podamos acogerla con verdad, con sencillez, para que ella transforme nuestra vida. Que tu Palabra penetre en nosotros como espada de dos filos.
Que nuestro corazón esté abierto, como el de María, Madre tuya y Madre nuestra, y como en ella la Palabra de hizo carne, también en nosotros y en nuestras parroquias tu Palabra se transforme en obras de vida según tu voluntad. Amén.
(Cada uno lee en su Sagrada Escritura)
Cuando los discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: «No teman: soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo». Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?» Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos. Después les dijo: «Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos». Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: «Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto». Palabra de Dios.
Repasar el texto leído
(Se pregunta a los participantes y responden leyendo los versículos en su Biblia)

¿Qué contaron los discípulos que llegaron de Emaús? v.35 ¿Qué les dijo Jesús cuando se presentó en medio de ellos? v.36 ¿Qué pensaron cuando vieron a Jesús? v.37 ¿Qué les dijo Jesús? vv.38-39 ¿Qué les mostró Jesús? v.40 ¿Qué les pidió Jesús para que creyeran que estaba vivo? vv.41-43 ¿Qué les explicó Jesús sobre su muerte? v.44 ¿Para qué les abrió la mente y qué les dijo? vv.45-47 ¿De qué son testigos los apóstoles? v.48

Explicación del texto
El texto inicia con el regreso de los discípulos de Emaús a Jerusalén donde están reunidos los demás apóstoles. Cuentan que han reconocido a Jesús en la «fracción del pan», éste término se utiliza para referirse a la Eucaristía. Los discípulos de Emaús representan a todos los seguidores de Jesús que después de reconocerle no dudan en creer.

La mención del pescado asado resulta extraña en Jerusalén, es más común en Galilea, lo que significa que Lucas combina las tradiciones de los otros evangelios: Jn, Mc y Mt.

Los discípulos estaban asustados, llenos de pánico y dudas cuando vieron a Jesús. Aceptar la resurrección: depende de la fe y no de comprobación humana. El término «Dudas» tiene varios significados: pensamientos, opiniones, razonamientos, discusión, murmuración.

Jesús les mostró las manos y los pies. A través de este contacto con su cuerpo marcado por las señales de la cruz, creyeron. El espíritu debe revelar lo que toca la carne. La alegría era tan grande como para sobreponerse a la fe; descreyeron por la alegría. Jesús pidió de comer, el cuerpo glorioso de Jesús no necesitaba alimento, pero todavía era capaz, y lo deseaba, de compartirlo en atención a los hermanos.

Jesús explica lo que constituye el origen de la predicación apostólica: la necesidad de que Jesús sufriera y resucitara. El relato de la pasión fue el primero que se formuló en la Iglesia primitiva. Al predicar la pasión y la resurrección se provocaba el arrepentimiento.
Los apóstoles hablaban en calidad de testigos presenciales y como hombres poseídos por el Espíritu, y como tales fueron constituidos en cimiento de la Iglesia, que se apoya en la piedra angular que es Cristo.

2. Meditación del texto
(Cada participante puede compartir su reflexión personal)

Los discípulos de Emaús regresan inmediatamente a Jerusalén contentos sin importar que sea de noche, para contar a los demás apóstoles que han visto a Jesús resucitado. Estaban turbados y no entendían la ausencia de Jesús, pero después de reconocerle no dudan en creer. Se transformó su tristeza en gozo, su pesadumbre en esperanza, su vida volvió a tener sentido. No encontraron a Jesús por el hecho de buscarlo, sino que es Jesús quien se acerca a ellos para hacerles entender que no se ha ido, está presente, va caminando con ellos, está en las Escrituras y en la Eucaristía.

La comunidad de los apóstoles que se había dispersado, ahora se encuentra reunida gracias al mensaje pascual de la resurrección de Jesús. Ya habían recibido el testimonio de Pedro, de Juan, de la Magdalena y ahora también el testimonio de los discípulos de Emaús. Pero necesitaban también que todos los demás tuvieran la experiencia personal del encuentro con Jesús resucitado. Esta experiencia personal es el fundamento de la fe de los creyentes de todos los tiempos hasta el día de hoy.

No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva. Esto es lo que nos han conservado los Evangelios como el inicio del cristianismo: un encuentro de fe con la persona de Jesús (Cf. DA 243).

Sólo a partir del descubrimiento del sentido profundo de la Escritura se en tiende a Jesús. En él tiene su cumplimiento y su verdadera interpretación. Jesús se convierte en el principio hermenéutico para conocer el mensaje de salvación. Cada vez que leemos la Escritura podemos tener un encuentro con Jesús vivo, que nos sigue hablando personal y comunitariamente.

Encontramos a Jesucristo en la Sagrada Escritura leída en la Iglesia. Por eso se debe educar al pueblo en la lectura y la meditación de la Palabra: que ella se convierta en su alimento para que, por propia experiencia vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida. Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida cristiana en la roca de la Palabra de Dios (Cf. DA 247).
Jesús envía a los apóstoles como testigos a predicar la conversión y el perdón de los pecados para todos los hombres y mujeres. Para realizar esta tarea cuentan con la presencia del Espíritu Santo. El testimonio apostólico tiene como tema central la muerte y resurrección de Jesús como el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento. Jesús resucitado no es un cadáver reanimado, es el mismo Jesús de Nazaret ahora con un cuerpo glorioso, que no quiere dejar duda de su presencia real de tal manera que come con los apóstoles para que se convenzan y sean testigos creíbles.

3. Compromiso personal y comunitario
(Cada participante puede proponer compromisos personales y comunitarios)

·Participar en un retiro de evangelización en la parroquia para reavivar la fe en Jesucristo muerto y resucitado. ·Participar en la Eucaristía dominical como un verdadero encuentro con Jesús vivo que habla y nos alimenta con su Palabra y su Cuerpo. ·Estudiar y meditar la Sagrada Escritura para conocer el mensaje de salvación personal y comunitario. ·Participar en una pequeña comunidad donde vivamos la experiencia eclesial de cuerpo de Cristo. ·Anunciar con alegría el mensaje de salvación a quienes están alejados y o que no encuentran sentido a su vida.
4. Oración
(Se puede hacer alguna oración en voz alta donde participen quienes gusten dando gracias a Dios por la Palabra escuchada. Se puede recitar algún Salmo o alguna oración ya formulada).

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua. Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la vida, triunfante se levanta. Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.
Amén. Aleluya.


HACIA LOS 150 AÑOS DE NUESTRA DIÓCESIS 7 DE FEBRERO 1864-2014
Mons. Clemente de Jesús Munguía
En enero de 1861, después de que Jesús González Ortega derrotó en Calpulalpan al ejército conservador de Miguel Miramón, el presidente Juárez retornó victorioso a la ciudad de México. Juárez estaba en la Ciudad de México, pero eso no significaba que hubiese paz. Las guerrillas conservadoras actuaban por muchos sitios y la intranquilidad estaba extendida por todo el país. Las venganzas y represalias no cesaron tampoco. En tal sentido, hubo persecución contra los obispos y los católicos opuestos a la Reforma y al Tratado Marlene-Ocampo; en enero de 1861 se intervienen los diezmatorios y curatos de la Iglesia Católica. Se repitió la justificación: el clero era el principal promovedor, sostenedor e instigador de la rebelión de Tacubaya y de la Guerra de Reforma, de modo que pagaría con sus bienes los perjuicios ocasionados al país.
El Nuncio Papal y varios ministros de España y Ecuador, el 21 de enero de 1861 salieron desterrados del país por orden del Presidente Juárez, además cinco Excmo. Prelados, entre ellos don Clemente de Jesús Munguía Obispo de Michoacán.
Mons. Clemente de Jesús Munguía estuvo una corta temporada en París y radicó en Roma hasta que la Intervención francesa hizo posible su retorno al país en septiembre de 1863. Su Santidad Pío IX le estimaba en mucho, pues a sus preclaras virtudes episcopales unía conocimiento cabal y claro de la Iglesia de México. Muchas veces durante el destierro habló detenidamente con el soberano Pontífice sobre la urgentísima necesidad de erigir nuevas diócesis en la República, lo que se dignó hacer Su Santidad en vista de los juiciosos informes del Excmo. Sr. Murguía. Así se expresa el P. Mariano Cuevas sobre este asunto: «una de las ventajas obtenidas por los obispos mexicanos desterrados en 1862 fue la de poder hablar muy a su sabor y con toda calma con el Sumo Pontífice Pío XI, quien por su parte correspondió en interés y solicitud, como podía esperarse del especial cariño que siempre demostró a la América Latina, cuya lengua, tradiciones y costumbres le eran tan conocidas desde su larga estancia en las Repúblicas del Sur. Uno de los primeros tópicos fue el cardinal y antiquísimo de la creación de diócesis en la República Mejicana. Quedaban clamando al cielo, por todos los ámbitos del país, regiones inmensas por cultivar. Por décadas y aun por centurias algunas de ellas no tuvieron más respuesta que toda esa hojarasca de papel en que gobiernos, cabildos y curiales parecían querer ocultar sus desidias o codicias» (P. Cuevas, t. V, pág. 392).

Esta vez la creación siete nuevas diócesis fue una realidad que inundó de alegría a los buenos mejicanos, diócesis tan importantes como son, por su orden cronológico, las de Chilapa, Tulancingo, Veracruz, Zacatecas, León, Querétaro y Zamora, más el Vicariato Apostólico por entonces de Tamaulipas; también fue entonces cuando Morelia y Guadalajara fueron elevadas a la categoría de arquidiócesis. Para entonces, sólo eran 10 (México, Puebla, Oaxaca, Yucatán, Guadalajara, Durango, Monterrey, Sonora y Michoacán), la Diócesis de México comprendia el Distrito federal, Estado de Mexico, Hidalgo, Querétaro, Morelos, San Luis Potosí, (partidos de Tancanhuit, Valles y Tamazunchale), Veracruz, Tampico (cantones de Ozuluama y Tantoyuca), Guadanajuato (distritos de Casas Viejas y Xichu), Guerrero (Taxco, Teleolapan, Chilpancingo, Iguala y Acapulco), Puebla (Huachinango, Huayacocotla). Como puede concluirse, el obispado era extremadamente grande, con todos los climas y todas orografías, las visitas del obispo eran extrañas o desconocidas en las zonas más lejanas.

En el Consistorio del 16 de marzo de 1863, el Papa de la Inmaculada Concepción proclamó la Erección de las nuevas diócesis con esta Alocución:
«Venerables hermanos:
Nadie ignora que es estos tiempos tan infaustos, la infortunada Italia particularmente y por decirlo así el mundo entero, se halan agitados y atormentados por la violencia de una rebelión lamentable, con grande y por siempre deplorable detrimento de la Iglesia Católica y de la sociedad, con indecible dolor nuestro, de vosotros y de todos los hombre de bien. La República de Méjico ha sido desolada por esa funesta perturbación hasta el punto de haberse visto en ella nuestra santa religión afligida y perseguida de la manera más dolorosa. Anhelando vivamente la salvación de todo el rebaño del Señor, salvación que nos ha sido confiada de arriba por el Cristo mismo, hemos consagrado toda nuestra solicitud y todos nuestros pensamientos a reparar las ruinas espirituales entre los fieles de esa comarca y procurar cada vez más su felicidad y como, venerables hermanos, los obispos de la república mejicana, arrancados de su propio redil y obligados al destierro, se han refugiado casi todos en nuestra augusta ciudad y nos han expuesto la absoluta necesidad de una circunscripción de las inmensas diócesis mejicanas, hemos juzgado oportuno acceder con sumo gusto a tan legítimos votos y ruegos. Os anunciamos por consiguiente que las iglesias de Michoacán y Guadalajara han sido elevadas por Nos al rango de metrópolis, y que siete nuevas sedes episcopales acaban de ser erigidas en Méjico. Dos de estas diócesis, Tulancingo y Querétaro, ocupan un territorio separado de la archidiócesis de Méjico; dos, Veracruz y Chilapa, son distraídas de la diócesis de Puebla de los Ángeles; otras dos, Zamora y León, son tomadas en la diócesis de Michoacán, y la de Zacatecas en el territorio de la Iglesia de Guadalajara. Así, pues, el metropolitano de Méjico tendrá por sufragáneos a los obispos de Puebla, Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Veracruz, Chilapa y Tulancingo; el metropolitano de Michoacán a los obispos de San Luis Potosí, Querétaro, León y Zamora; el metropolitano de Guadalajara, a los obispos de Durango, Linares Sonora y Zacatecas. Hemos hecho publicar las letras apostólicas que determinan los límites que tendrán en lo sucesivo las diócesis de Méjico, diócesis cuyo número se encuentra, como veis, notablemente aumentado. De este modo, al crear nuevas diócesis mientras los fautores de rebelión trabajan con todo su poder en la ruina de los sagrados intereses de estas comarcas, nos esforzamos por proporcionar los remedios oportunos a tantos y tan grandes males como afligen a las poblaciones mejicanas, y proveer con solicitud a las necesidades religiosas de esa república esperamos que el Dios, rico en misericordia, se dignará bendecir estos esfuerzos y concedernos éxito feliz y consolador. Conociendo perfectamente la religión y celo episcopal que distinguen a todos aquellos a quienes hemos encargado del gobierno de estas diócesis, confiamos en que estos prelados corresponderán a nuestros votos, procurando cumplir escrupulosamente todas las obligaciones del ministerio episcopal, atendiendo por todos los medios posibles al bien espiritual de los fieles y prestándonos su concurso para arreglar los intereses religiosos de esa República».
(Cita del calendario «del más antiguo Galván» para el año bisiesto de 1864)

Mons. Clemente de Jesús Munguía(1810-1868), 1er Arzobispo de Michoacán. (1850-1868). filósofo y religioso mexicano. Nació en Los Reyes (Michoacán de Ocampo) y fue elegido y confirmado obispo en 1850 por el papa Pío IX. Su negativa a realizar el juramento civil según la fórmula que le había presentado el gobierno provocó una auténtica polémica nacional. Fue desterrado, regresando más tarde a México (1861-1863). Ha sido considerado el más significativo de los filósofos mexicanos e incluso llegó a ser conocido por el sobrenombre de ‘El Balmes mexicano’. La tesis central de su filosofía giró en torno a cuestiones gnoseológicas. La enunciación del pensamiento es concebida a la vez como contenido mismo de la ciencia. El desplegarse del pensamiento constituye el conocimiento en sí mismo. Su obra supuso un ataque frontal al racionalismo y a las concepciones racionales autosuficientes propias del pensamiento ilustrado y del positivismo. Entre sus obras destaca, especialmente, Del pensamiento y su enunciación, considerado en sí mismo, en sus relaciones y en sus leyes, o sea: La Sociología, la Ideología, la Gramática General, la Lógica, la Retórica, la Política y la Crítica, llamados a la verdad en sus principios por un nuevo método de exposición (1852). Otras obras suyas son: En defensa de la Soberanía (1857), Del Derecho natural en sus principios comunes y en sus diversas ramificaciones (1879), Examen filosófico sobre las relaciones entre el orden material y sobrenatural. Falleció en 1868 en Roma (Italia).


Cápsula de Liturgia

Cenizas de difuntos no deben esparcirse tras cremación
Semanario «Desde la Fe»

http://www.desdelafe.org.mx/
La práctica, que está de moda actualmente, es contraria a la fe católica.

Esta semana la agencia católica de noticias, Aci Prensa, reportó que la Librería Editora Vaticana presentó la segunda edición del Rito de exequias, en la que se subrayó que los católicos no deben esparcir las cenizas de un difunto luego de ser cremado, ya que esa práctica, muy de moda actualmente, es contraria a la fe cristiana.

El documento, escrito en italiano, fue presentado en la sede de Radio Vaticana tras una revisión de los textos bíblicos, y se ha incluido un apéndice dedicado por completo a las exequias en el caso de la cremación.

Mons. Angelo Lameri, de la Oficina Litúrgica Nacional de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), explicó que se ha colocado la cremación en un apéndice aparte para subrayar el hecho de que la Iglesia, «aunque no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace por odio a la fe, sigue considerando que la sepultura del cuerpo de los difuntos es la forma más adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así como para favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de familiares y amigos».

El texto también señala que los ritos previstos en la capilla del cementerio o ante la tumba se pueden celebrar excepcionalmente en el lugar mismo de la cremación.

De igual forma, recomienda el acompañamiento del féretro a dicho lugar, y da una gran importancia a la afirmación de que «la cremación se considera concluida cuando se deposita la urna en el cementerio».

Cabe recordar que aunque algunas legislaciones civiles permiten esparcir las cenizas en la naturaleza o conservarlas en lugares diversos del cementerio, «estas prácticas producen no pocas perplejidades sobre su plena coherencia con la fe cristiana, sobre todo cuando remiten a concepciones panteístas o naturalistas».

Otra de las novedades del rito de las exequias se refiere al momento de la visita de la familia, que no se contemplaba en la edición anterior. Mons. Lameri afirma al respecto que «para un sacerdote, es un momento para compartir el dolor, escuchar a los familiares afectados por el luto, y conocer algunos aspectos de la vida de la persona difunta con el fin de ofrecer un recuerdo correcto y personalizado durante la celebración de las exequias».

Otra novedad es la secuencia ritual, revisada y enriquecida, en el momento de cerrar el ataúd. Se proponen textos adecuados a diversas situaciones: para una persona anciana, para una persona joven, para quien ha muerto inesperadamente.

Por otra parte, una nueva adaptación permite ahora pronunciar palabras de cristiano recuerdo del difunto en el momento de la despedida. Asimismo, se ha añadido una amplia propuesta de formularios para la oración de los fieles.


DE PARROQUIA EN PARROQUIA

Pbro. Reynaldo Huerta Cerna deparroquiaenparroquia@hotmail.com
San Francisco Galileo
El Pueblito, Municipio de Corregidora, Qro. (1a. parte de 2)

Llegué al Pueblito a mediodía, ya que el señor Cura, el padre Sacramento Arias Montoya, me había invitado a comer. Al llegar solo vi al padre Antonio García Aguilar quien es uno de los dos vicarios parroquiales, el otro es el padre Víctor Manuel Avendaño Jiménez. De hecho, llegué una hora antes de lo convenido, porque le había pedido al padre Antonio que me acompañara a realizar una visita al Santuario de Nuestra Señora del Pueblito, porque, es evidente la importancia de este templo, que destaca en el área metropolitana de Querétaro por su enorme devoción, muy arraigada entre los habitantes de esta zona centro-norte de México. Fuimos pues al Santuario donde pude entrevistar al Guardián de esta comunidad de frailes franciscanos, cuyo nombre es Fr. Ignacio de La Cruz Morales Camarillo O.F.M.

Fray Ignacio tiene un trato muy amable y accedió a responder con mucha paciencia a todas nuestras cuestiones. Nos informó que en Querétaro hay 4 guardianías Franciscanas: San Francisco, La Santa Cruz, San Antonio y El Pueblito. Las cuatro pertenecen a la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán. En esta provincia, la Guardianía del Pueblito, es la segunda más grande con 20 frailes, los cuales son 5 sacerdotes, un hermano seglar y 14 novicios.

El padre Ignacio es además Comisario de Tierra Santa. Este cargo consiste en organizar la colecta que se realiza en esta región a favor del mantenimiento y conservación de los «Santos Lugares», o sea Tierra Santa. Se trata de algo muy interesante ya que la Orden Franciscana tiene la encomienda, por parte de la Santa Sede, de custodiar los Santos Lugares donde vivió y anunció el Reino, Nuestro Señor Jesucristo. Es obvio que para llevar a cabo esta labor tan importante, necesite de la cooperación de todos nosotros.

A Fray Ignacio le pedí nos diera un mensaje, él amablemente accedió y aquí lo transcribo al pie de la letra: «Apreciables lectores del periódico Comunión y devotos de Nuestra Madre Santísima de El Pueblito: Dios nos concede celebrar en el mes de abril, como acontecimiento central del año litúrgico, y de la vida cristiana, La Pascua del Señor Jesucristo.»

«La Virgen del Pueblito, dijo en un sermón, el Vicario General de la Diócesis, Mons. Salvador Espinosa Medina (que Dios llamó a su presencia el pasado 21 de marzo del presente año), es la «Virgen de la Pascua» que nos invita a vivir la resurrección, a vivir como hijos de Dios, superando toda tristeza, todo dolor, toda desesperanza y desaliento, es la que nos sale al encuentro, como nuestro Señor Jesucristo con los discípulos de Emaús, es la que nos acerca a partir y compartir el pan en la Eucaristía y en la vida, nos congrega y nos invita a vivir el gozo de los resucitados con Cristo.»

«En el mes de mayo se renueva este fervor y confianza en Dios, a través de nuestra Madre, reina y patrona. Esperamos innumerables peregrinaciones de fieles, familias completas, asociaciones de trabajadores, comerciantes de todos los distintos mercados de la ciudad, gremios de trabajadores y artesanos, grupos y asociaciones de las distintas parroquias y templos de tradición muy arraigada, la orden franciscana seglar de las distintas regiones de Michoacán, Guanajuato, Querétaro, México y del Pueblito, que hace la ofrenda de la «cera especial», los rosarios de aurora y la procesión anual por el pueblo, que este año, será el 5 de mayo por la tarde.»

«Reciban una seráfica bendición asegurándoles nuestras oraciones ante nuestra excelsa Madre, Patrona, Reina y Generala, Santa María de El Pueblito. Paz y bien.»

Agradecí profundamente a Fray Ignacio este mensaje. Nos despedimos, y junto con el padre Antonio me dirigí al Santuario para hacer una visita a la Virgen Santísima en su casa. Por las crónicas sabemos que en 1714 dio inicio la construcción del Santuario, gracias al capitán Pedro Urtiaga que costeó la obra, en señal de gratitud por un favor alcanzado por la intercesión de la Santísima Virgen de El Pueblito.

El Templo se dedicó el 5 de febrero de 1736, cuando la Imagen de Nuestra Señora fue trasladada, de la segunda ermita, a su nuevo templo. En el año de 1743, el maestro canterero Ignacio Mariano de Las Casas ejecutó las obras del camarín donde estaría colocada la Sagrada Imagen. Para enero de 1745 las obras de construcción del Santuario fueron concluidas completamente.

Más tarde se inició la construcción del convento anexo al Santuario, e inaugurándose diez años después, el 8 de julio de 1775.

El ambiente que se respira en el interior del santuario es realmente de una gran espiritualidad y admiración por tanto amor maternal de la Virgen Santísima del Pueblito para con nosotros sus hijos.

Está establecido históricamente hablando que la preciosa imagen de Nuestra Señora de El Pueblito fue obra de Fray Sebastián Gallegos, quien en 1631 terminó la talla de la graciosa imagen. Fray Sebastián la regaló al señor cura de la ciudad de Santiago de Querétaro, fray Nicolás de Zamora, quien preocupado por los ritos idolátricos de los indígenas de la región suroeste de la ciudad, la colocó en la parte oriental del «Cerrito», lugar donde la encontraron, quedando prendados de su belleza, y luego convertidos por tan excelsa Señora, se volvieron decididamente al culto del único Dios verdadero. (CONTINUARÁ) .

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