martes, 4 de octubre de 2011

Comunión, Órgano oficial de la Diócesis de Querétaro, 9 de octubre de 2011 No. 712

Bodas de Plata Sacerdotal
Pbro. Jorge Rodríguez Escobedo

17 de octubre del 2011. 12:00 hrs.
Comunidad parroquial de Fuentezuelas, Tequisquiapan

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Octubre mes del Rosario y de las Misiones
Familia Misionera
Ser Misionero… es ser testigo… Aquí y más allá de las fronteras
Dios Amor nos ha regalado la familia para amar y ser amados. En ella y desde ella, nosotros satisfacemos la necesidad de ser amados y de amar. De esto depende nuestro progreso y felicidad.
Somos amados por Dios Amor. El nos ha dado la vida,  nos ama personalmente, nos acompaña y guía, nos ayuda, como el mejor Amigo, ha dado la vida por nosotros. Quiere seguir haciendo todo por nosotros. Es nuestro Amigo, nuestro Maestro, nuestro Salvador.
El nos pide amarlo y amar a los demás con el amor de Dios: Ven, Sígueme, Vds. son mis amigos, permanezcan en mi amor, amaos los unos a los otros como yo os he amado. El mismo nos enseña y nos pide amar de una manera especial, como nos lo explica en I Cor 13. El amor es comprensivo, es servicial, es paciente, todo lo espera, todo lo soporta, no acaba nunca.
LA FAMILIAes  una comunidad íntima de vida y de amor. Por eso, la familia está llamada a cumplir una misión que tiene cinco dimensiones:
1. Familia «servidora de la vida»: en la familia se coopera responsablemente con Dios  en la transmisión y cuidado de la vida; ella es la responsable de la adecuada educación de los hijos.
2. Familia «comunidad de personas»:en la familia nos apreciamos como personas y nos ayudamos a la realización personal de cada uno de los miembros de la familia.
3. Familia «promotora del desarrollo»:la familia ayuda al progreso integral de cada uno de sus miembros y de toda la sociedad.
4. Familia «pequeña Iglesia»:la familia es imagen de Dios que es Vida, Verdad y Amor. Ella es Iglesia en pequeño, Iglesia doméstica. Comunidad eclesial evangelizadora.
5. Familia «misionera»:ella cumple su misión de evangelizarse y evangelizar. Hace discípulos para Jesús dentro de ella misma, en su comunidad y hacia todas las gentes.
La familia ha recibido esta misión evangelizadora fundamentalmente en dos sacramentos: en el bautismo y en el matrimonio.  El Santo Padre nos lo explica así: «Si todo cristiano es corresponsable de la actividad misionera..., con mayor razón -apremiada por el celo misionero- se debe sentir la familia cristiana, asentada en un sacramento específico.» (Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 1994, n. 1).
La misión evangelizadora de la familia es universal: «La familia participa en la vida y en la misión eclesial en una triple acción evangelizadora: en su interior, en la comunidad de la que forma parte y en la Iglesia universal. En efecto, el sacramento del matrimonio ‘constituye a los cónyuges y padres cristianos en testigos de Cristo hasta los últimos confines de la tierra, como verdaderos y propios misioneros del amor y de la vida’ (Familiaris Consortio, n. 54).» (Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 1994, n. 3).  «La familia está llamada a ser signo misionero para los alejados, para las familias que no creen todavía y para las familias cristianas que no viven consecuentemente la fe recibida». ( Juan Pablo II, FC. 54 ).
Entonces, la familia tiene, por el bautismo y por el sacramento del matrimonio, un derecho- deber, una especial misión evangelizadora. En ella  y desde ella, cada uno y todos unidos en familia, están enviados  a evangelizar. La familia «misionera»,  fiel a Jesucristo en el cumplimiento de su misión y a través de ella, crece y se santifica.
Por ello, «o es misionera la familia, o no es cristiana» (Juan Pablo II). La familia se hace cristiana cumpliendo su misión. Cumple su misión para ser cristiana.

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La Voz de nuestro señor Obispo... † Faustino Armendáriz Jiménez IX Obispo de Querétaro
Somos partícipes de la misión de Cristo
Mt. 21, 33-43.
Bajo la imagen de la viña común a los textos de la Palabra de Dios de este domingo  la idea central es el «traspaso del reino de Dios a su nuevo pueblo», la Iglesia que Jesús fundamenta como piedra angular, y que debe producir frutos para Dios. Buscando quien es quien en la parábola, resulta evidente que la viña es Israel; el dueño, Dios; los arrendatarios, los jefes del pueblo Judío; los mensajeros los profetas; el hijo muerto, Cristo Jesús; y el castigo de Justicia, la entrega de la viña a otros, es decir la admisión de las naciones paganas en el reino de Dios. 
La parábola de los viñadores homicidas constituye un compendio de la historia de la salvación del hombre por Dios, desde la alianza del Sinaí hasta la fundación de la Iglesia por Jesús, como nuevo pueblo de Dios  pasando por los profetas y la persona de Cristo. Él anunció el reino de Dios y fue constituido piedra angular de todo el plan salvador de Dios, mediante su misterio pascual con la muerte y la resurrección. En esta perspectiva histórico-salvífica hay dos momentos cumbre que acentúa la parábola: Cristo y la Iglesia. Cristo, quien siendo rechazado es constituido piedra angular (Cfr. Hch 4, 12). La Iglesia, nuevo pueblo de Dios, cuya misión dentro del marco de la historia de la salvación, es dar frutos de fe.
La parábola es una última llamada a la conversión de fe. Jesús está ya en la meta final de su camino de subida a Jerusalén. La comunidad cristiana está llamada a reconocer el mesianismo de Jesús, y a que sus frutos sean según Dios, puesto que se le ha confiado la viña del reino para un servicio fiel y fecundo. La fe, el culto y la oración han de plasmarse en frutos para no frustrar las esperanzas del Señor en este momento de la historia, tiempo de sazón, de vendimia y cosecha de Dios. Nuestra elección como pueblo a él consagrado no ha de ser motivo de orgullo estéril, sino de fértil responsabilidad cristiana, de modo particular en la construcción de la paz y de la justicia.
Necesitamos dejarnos  convertir en una Iglesia más fraterna y humana que produzca frutos de participación  y solidaridad, justicia y progreso, liberación y desarrollo. San Pablo nos dice en la segunda lectura aquello que hemos de tener en cuenta y practicar «todo lo que es verdadero, noble, justo amable, puro y laudable; todo lo que es virtud» (Fil 4, 8). En una Palabra guiados por el Espíritu de Dios y no por el afán de dominar, esos son los frutos que hemos de producir  y no los agrazones del egoísmo: opresión del más débil, rivalidad agresiva, competencia desleal, intolerancia y violencia. «los frutos que este interrumpido proceso de evangelización genera dentro de la Iglesia  como signo de la fuerza vivificadora del Evangelio toman forma en la confrontación  con los desafíos de nuestro tiempo. Es necesario generar familias  que sean signos  verdaderos y reales del amor y de coparticipación,  capaces de dar esperanza porque están abiertas a la vida». 

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P. Gabino Tepetate Hernández.
Urge una nueva Evangelización
Ante las condiciones socioculturales de incertidumbre, de descontento y de un marcado hiperindividualismo cuyos efectos se recienten en la vida cotidiana y en la experiencia religiosa de la que estábamos acostumbrados, son un desafío serio que el Magisterio de la Iglesia nos llama a responder con una Nueva Evangelización. Es verdad, que el acontecer y la dinámica sociocultural actual se debe a muchos factores, pero también, es cierto, que una sociedad que excluye y margina a Dios, los valores espirituales y trascendentes, pone en riesgo su misma humanización y la de los demás, así no hay futuro de una vida digna para todos. La Iglesia desde el Concilio Vaticano II hasta nuestros días ha venido proponiendo una Nueva Evangelización como instrumento posible para enfrentar los desafíos de nuestro mundo y realizar la experiencia de Dios. La Nueva Evangelización quiere ser la propuesta fundamental de la Iglesia al elegir el Papa Benedicto XVI para el próximo Sínodo de Obispos en el 2012 el tema: «La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana». En los lineamenta, Documento de preparación, se hacen algunas precisiones al respecto. Se afirma que la Nueva Evangelización no es una re-evangelización en el sentido de considerar un desacierto lo que se hecho y no ha funcionado, ni tampoco se trata de una simple repetición, sino «Nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones», palabras del Papa Juan Pablo II, es decir, «consiste en el coraje de atreverse a transmitir por nuevos senderos, frente a las nuevas condiciones en las cuales la Iglesia está llamada a vivir hoy el anuncio del Evangelio. A hacer frente a nuevos desafíos. La Nueva Evangelización es la acción que sigue el proceso de discernimiento con el cual la Iglesia en América Latina esta llamada a leer y evaluar la situación en la cual se encuentra». 1 La Nueva Evangelización quiere ser una respuesta al fenómeno de quienes se han alejado de la Iglesia tanto en los países de antigua cristiandad como también en lo que sucede en los últimos siglos en lugares donde la Buena Nueva no ha sido suficientemente acogida hasta transformar la vida personal, familiar y social de los cristianos. El Documento del que hago referencia puntualiza que la Nueva Evangelización es una acción sobre todo espiritual, expresa el esfuerzo de renovación eclesial para estar a la altura de los desafíos que el contexto sociocultural actual pone a la fe cristiana a su anuncio y a su testimonio, en correspondencia con los fuertes cambios en acto. Estas reflexiones nos llevan a la conclusión de que la Nueva Evangelización no es una campaña proselitista, como tampoco lo es la Misión Continental a la que nos ha invitado la Conferencia Latinoamericana en Aparecida, sino más bien, es una invitación a retomar el espíritu y las actitudes de amor y entrega generosa a ejemplo de Jesùs y de los primeros cristianos para hacer presente el Reinado de Dios, de hermandad, solidaridad, justicia y paz, que humaniza y garantiza nuestra condición de hijos de Dios. Este reto eclesial de la Nueva Evangelización exige identificar y conocer los escenarios en la que hay que hacer presencia y presente el anuncio del Evangelio.

1Lineamenta. La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana, XII Asamblea General ordinaria del Sínodo de los Obispos, Documentos Pontificios VII. Conferencia del Episcopado Mexicano, México, 2011.

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Confirmaciones en la Parroquia de San Miguel Arcángel
El 20 de septiembre, nuestro señor Obispo Don Faustino Armendáriz Jiménez visitó la comunidad parroquial de San Miguel Arcángel en Huimilpan, los fieles adornaron la entrada de la población con globos y banderillas que con las hermosas flores silvestres vistieron el ambiente de fiesta, que congregó a cientos de personas que formando una larga valla y organizados en los diferentes grupos apostólicos de la parroquia gritaban al Pastor Diocesano Misionero y Peregrino.

La gran procesión llegó al atrio de la parroquia para la celebración de la Eucaristía poniendo una intención especial por la paz y por las familias, recordar al santo patrono de la comunidad, San Miguel Arcángel y administrar el sacramento de la confirmación a un grupo de niños que junto con sus padres y padrinos recibieron la preparación conveniente.

Nuestro señor Obispo Armendáriz Jiménez agradeció a la comunidad la bienvenida festiva, invitó a los fieles a asumir la Misión Continental, especialmente a los jóvenes que se distinguieron por su entusiasmo. El señor cura Pbro. J. Juan Hernández García, agradeció la visita de nuestro señor Obispo y presentó a la comunidad dispuesta a asumir la Misión permanente y asumir la hora de evangelizar no sólo como una frase hecha.

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Con Guadalupe Juan Pablo
Peregrino,
¡Discípulos Misioneros!


Atenta Invitación
Las Reliquias del Beato Juan Pablo II
Visitaran nuestra Diócesis de Querétaro
el próximo lunes 12 de diciembre de 2011

Considerando que el Beato Juan Pablo II:
.Amó especialmente a nuestro México.
.Visitó nuestro país en cinco ocasiones.
.Fue un enamorado de la Santísima Virgen de Guadalupe

La Diócesis de Querétaro y el Santuario de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe: Invitan a los hermanos sacerdotes, religiosos (as) y fieles laicos a dejar consignados POR ESCRITO todos los testimonios, experiencias, ejemplos de vida y milagros concedidos por intercesión del Beato Juan Pablo II.

Para:
.Conservarlos en la memoria, dejando constancia por escrito de dichos testimonios, ejemplos de vida y milagros.
.Transmitir este testimonio a las futuras generaciones.

Hagan llegar sus testimonios, ejemplos de vida y/o milagros con nombre completo, dirección y teléfono a: Santuario de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe, Pasteur No. 10 norte, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Querétaro. Teléfono (01 -442) 212 0732. Correo electrónico: santuariodelacongregacion@gmail.com Página web: www.congregaciondensguadalupe.org

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Prot. N°. 29 /2011
Circular N°. 10/2011

Asunto: Domingo Mundial de las Misiones
A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:


En el mes de octubre celebramos con toda la Iglesia la Jornada Mundial de Oración por las Misiones. El Santo Padre Benedicto XVI en su mensaje anual recuerda que esta tarea no ha perdido su urgencia, y que todavía se encuentra en los comienzos y nos invita a comprometernos con todas nuestras energías a su servicio. No podemos quedarnos tranquilos al pensar que, después de dos mil años, aún hay pueblos que no conocen a cristo y no han escuchado aún su Mensaje de salvación.

Asumiendo nuestro compromiso misionero intensifiquemos la oración por las misiones y ayudemos económicamente a la misión Ad Gentes. Cada uno disponga lo necesario para que la misión pueda lograr sus fines y con entusiasmo realicemos esta tarea como Iglesia evangelizadora, y aprovechando esta oportunidad para crecer en el encentro con Jesucristo.

El próximo domingo 23 de octubre se realizará la colecta del Domund. Con ánimo generoso impulsemos la colecta a favor de las misiones, la cual será enviada como es costumbre a la Economía Diocesana.

Que Dios nos dé a todos generosidad para sostener esta obra misionera de la Iglesia, los encomiendo a la intercesión de nuestra Señora de Guadalupe, estrella de la Evangelización.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 21 días del mes de septiembre de 2011.

Fraternalmente en Cristo y María.

+Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro


Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller

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Ordenación Sacerdotal con mi Presbiterio y mi Seminario
Saludo con gran alegría y entusiasmo a cada uno de ustedes mis más cercanos colaboradores. Estar reunidos en esta liturgia eucarística es el signo más claro de la comunión y de la esperanza, que nos impulsa a comprometernos con la vida apostólica a la que Dios nos ha llamado. Gracias por su compromiso y su entrega generosa.

Me dirijo también con especial afecto a ustedes seminaristas quienes viviendo con docilidad al Espíritu este tiempo del seminario, moldean cada día su vida y su persona a Cristo, el Buen Pastor (Cfr. Jn 10, 14). Los animo a que su vida tenga a Jesús como el modelo que inspire sus sueños y proyectos.

1. Nos encontramos alegremente reunidos en esta Eucaristía en la cual celebramos el sacerdocio de Jesucristo, quien con su Cuerpo y su Sangre, en el sacrificio redentor, se ofreció para la salvación de los hombres, pactando así la Nueva Alianza que nos reconcilia con Dios, que nos hermana creando vínculos de familiaridad con Dios mas allá de nuestras fuerzas y deseos (Hb 9, 15-20).

2.. Escuchamos en el evangelio el episodio donde se narra el viaje que Jesús inició en las orillas del lago de Galilea, el cual se ve ahora interrumpido por una escena muy particular, «la presencia de su madre y sus hermanos», que han viajado desde Nazaret para preguntar por él. No deja de resultar extraño que el evangelista introduzca aquí este episodio, con una finalidad más pedagógica que informativa. La referencia explícita a la Palabra de Dios después de la parábola del sembrador es una clave de interpretación; «el valor de la Palabra de Dios como vínculo nos une como la nueva familia del Reino».


3. Para ser parte de la familia de Jesús es necesario escucharle y seguirle, ser discípulo suyo; se rompe con el círculo familiar sanguíneo y se da un paso hacia la comunidad de hermanos y hermanas en la fraternidad. La escucha y la práctica de la Palabra son dos condiciones sin las cuales no es posible continuar el camino propuesto para los discípulos del Reino; a estas dos condiciones tenemos que sujetarnos.

4. En este breve evangelio la comunidad de Lucas nos pone frente a una realidad que nos es imposible evadir, por lo tanto estamos llamados a enfrentar nuestra realidad histórica con la Palabra de Dios, que es «la verdadera causa de nuestra alegría y de donde surge nuestro ministerio». Un ministerio que no se puede reducir a un «quehacer» o un «cualquier trabajo»; es un ministerio, es decir, un servicio noble y seriamente empeñativo en la construcción de la morada de Dios entre los hombres (Cfr. Es 6, 7-8. 12. 14-20). Sí, el sacramento del Orden nos pone al servicio de Cristo, que nos ha elegido, llamado y enviado. Nos pone al servicio del pueblo de Dios que espera de nosotros el anuncio de la Palabra; nos pone al servicio de unos para con los otros en la ayuda reciproca, en el sostenimiento fraterno, porque todos estamos llamados a edificar el único Cuerpo del Señor, que es la Iglesia.

5. Se necesita usar en las relaciones con las ovejas tanto cuidado, solicitud y vigilancia, tanto cuanto es el amor que nosotros declaramos tener a Cristo. «!Si me amas apacienta mis ovejas¡ (Cfr. Jn 21 15-17).» La prueba del amor hacia Cristo es el cuidado pastoral del rebaño. Si amamos a Cristo estamos al servicio de su gloria, si deseamos que el reino de Cristo se difunda, si queremos ser recompensados por Cristo, debemos dar pruebas de lo que no solo declaramos con palabras, sino conscientemente con los hechos, con un amor excepcional hacia el rebaño que se nos ha confiado. El celo pastoral, expresión del amor del presbítero por el rebaño confiado, se fundamenta y se desarrolla sobre el amor por Cristo. El Buen Pastor por antonomasia; y, recíprocamente, el amor por Jesús se hace fuente y alimento del servicio presbiteral hacia las almas. El amor en cuestión es el amor de Cristo por el presbítero y el amor de estos por Jesús, un amor inseparable de aquel por el rebaño, aquel mismo rebaño que es de Cristo y que Cristo confía al presbítero. Así el fundamento del ser y del quehacer del presbítero coincide con el sacramento del Orden Sagrado, que él nos dona – como gracia – el amor de Jesús Cabeza, Pastor y Esposo de la Iglesia, y al mismo tiempo nos pide – como responsabilidad de vivir y de comunicar este mismo amor al pueblo de Dios que nos es confiado.

6. Queridos hermanos sacerdotes, somos llamados a recorrer el camino del amor y a responder a Jesús que nos interroga propiamente sobre el amor. En el fondo, esto es lo que cuenta: vivir de amor. El amor es como un fuego que arde y se purifica del egoísmo, de los miedos y de los protagonismos. El amor es un hacerse cargo de las personas que nos son confiadas al punto de hacernos libres de nosotros mismos, dispuestos al don, sin calcular el precio, sin alimentarnos de las fatigas.


7. El amor es aquella determinación de querer el bien de las personas amadas que tienen necesidad de recompensas, no depende de la reciprocidad, no soporta de perder ninguno de aquellos que el Señor nos ha confiado. Y porque sabe que el bien de las personas amadas es el Reino de Dios, pues el que ama no se cansa que venga para todos el Reino de Dios. Es así como se santifica cada sacerdote en el presbiterio.

8. El texto de Lucas nos permite también reflexionar en la posibilidad y necesidad que el ministerio de sacerdote sea fecundo. Pues dice: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica» (Lc 8, 21). «hasta lograr la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, el estado perfecto del hombre, la madurez de la plenitud de Cristo» (Ef 4 13). La Iglesia no desea otra cosa con más ardor que dar muchos hijos a Cristo y que Cristo sea en todos sus hijos, engendrado.

9. Así podemos entender que el defecto de la rutina, hace estéril nuestro ministerio. Pues ¿Cuantas veces administramos nuestros sacramentos, celebramos la misa, rezamos el Oficio Divino, porque así se hace o hay que hacerlo, solo por costumbre? ¿Porqué hacemos lo que hacemos en nuestro ministerio? ¿Si nuestro ministerio se esquematiza sobre la rutina, no corre el riesgo de convertirse en algo pasivo, inerte y estéril? ¿No corre el riesgo de llenarse de miedos de frente a cada pequeño cambio que venga o a turbar nuestros equilibrios tenidos como intocables? Para San Carlos Borromeo la rutina debe decir el origen de la infecundidad espiritual del Presbítero, pues son como al tierra que recibe la bendición de la lluvia, pero ésta responde con espinas y con abrojos; esta tierra es maldecida, destinada a ser quemada por el fuego (Cfr. Hb 6, 7-8). El ministerio resulta estéril cuando se resiste a la gracia de Dios. «un sacerdote rechaza la gracia de Dios, cuando huye de las reuniones, del Oficio, de aplicar la reforma, de las evaluaciones y correcciones, de la disciplina, del estudio y de la lectura. Todo esto es una realidad muy grave que seca la fuente de la gracia de Dios».

10. Si los sacerdotes del Antiguo Testamento debían ser santos y puros cuando ofrecían el incienso, el pan y la carne de animales, con mayor razón deben ser santos y puros los sacerdotes del Nuevo Testamento que ofrecen el mismo cuerpo y la sangre de Cristo, y que con sus manos lo tocan y que con su boca lo consumen. Infelices son aquellos sacerdotes que tienen asco y sienten nausea por los bienes del espíritu. Nuestro corazón está llamado a experimentar una libertad extraordinaria y única, pues nuestro tesoro es el Señor Jesucristo.

11. Es precisamente a lo que nos invita el Concilio Vaticano II: «Los presbíteros del Nuevo Testamento, por su vocación y por su ordenación, son segregados en cierta manera en el seno del pueblo de Dios, no de forma que se separen de él, ni de hombre alguno, sino a fin de que se consagren totalmente a la obra para la que el Señor los llama. No podrían ser ministros de Cristo si no fueran testigos y dispensadores de otra vida distinta de la terrena, pero tampoco podrían servir a los hombres, si permanecieran extraños a su vida y a su condición. Su mismo ministerio les exige de una forma especial que no se conformen a este mundo; pero, al mismo tiempo, requiere que vivan en este mundo entre los hombres, y, como buenos pastores, conozcan a sus ovejas, y busquen incluso atraer a las que no pertenecen todavía a este redil, para que también ellas oigan la voz de Cristo y se forme un solo rebaño y un solo Pastor» (PO 3). El Beato Juan Pablo II decía: «Sobre el ejemplo de Cristo también nosotros, pastores de la iglesia, tenemos el deber de entregarnos generosamente en compañía de los hombres acercándonos con amistad; hagamos sentir a ellos nuestro amor, visitemos sus casas, sentémonos con ellos a la mesa, solidaricémonos con sus responsabilidades y con sus angustias. Es solamente conociéndoles de cerca y solo haciendo ver que la Iglesia es amiga de los hombres que nos haremos creíbles e lograremos entablar un diálogo tanto más comunicativo cuanto más es compresivo de su realidad existencial. Especialmente cuando el sufrimiento les toca, ellos deben sentir nuestra cercanía: a través de la sinceridad de nuestra condivisión ellos podrán darse cuenta de nuestro amor» (Juan Pablo II, sobre las huellas de San Carlos Borromeo, Rivista diocvesana Milanese, 75 (1984) 1175-1176).

12.. Sintámonos animados con las palabras de Benedicto XVI en su carta Lumen Caritatis: «Animo en modo particular a los ministros sagrados, presbíteros y diáconos a hacer de su vida un valiente camino de santidad y no temer a la emoción de aquel amor confiado a Cristo por el cual los santos estuvieron dispuestos a dejar cada cosa. Queridos hermanos en el ministerio, la Iglesia pueda encontrar en ustedes una fe limpia y una vida limpia y pura que renueve el ardor apostólico que aminó a tantos pastores» Se trata solamente de amor.

Que así sea.

† Mons. Faustino Armendáriz Jiménez
IX Obispo de Querétaro


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Prot. N°. 30 /2011
Circular No. 11 /2011
Asunto: Octubre Mes del Rosario

A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:


Durante el mes de octubre la Iglesia recomienda el rezo del Santo Rosario, dedicando este tiempo especial a la oración contemplativa como una corona de rosas a la Santísima Virgen María, la perfecta discípula del Señor que contempla la Palabra de su Hijo (Cfr. DA 266). También nuestra Diócesis de Querétaro desea crecer espiritualmente en la contemplación del Señor junto con la Santísima Virgen María, y ofrecer el rezo del Santo Rosario para alcanzar la Paz de nuestro País.

Les propongo que ofrezcamos el Santo Rosario, desde las Parroquias y las demás comunidades de la Diócesis:

1. Por la paz de México, rezando el Rosario en forma personal o comunitaria
como una oración contemplativa.

2. Ayudando a los niños a rezar con amor y devoción el Santo Rosario en familia y también en los centros de la catequesis infantil.

3. Por los Sacerdotes, las Vocaciones Sacerdotales y por la Vida Consagrada.

4. Promoviendo el Rosario con las imágenes peregrinas en los diferentes sectores de las comunidades parroquiales.

5. Dedicar tiempo a la catequesis mariana, subrayando el tema del discipulado de María como modelo del discípulo misionero.

Que la intercesión de la Santísima Virgen María nos ayude en la tarea misionera y evangelizadora de hacer discípulos y misioneros, a los fieles de toda la Diócesis.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 21 días del mes de septiembre de 2011.

Fraternalmente en Cristo y María.


+Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro


Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto
Canciller

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Estimado Padre:
Hace unos años Mons. Francisco Moreno Barrón, Obispo de Tlaxcala y responsable del «Departamento Episcopal de Música Litúrgica» me pidió que, la experiencia que se venía realizando en nuestra diócesis a favor de los coros parroquiales y que abarcan tres aspectos muy importantes como lo señala el n° 24 de las Orientaciones Pastorales sobre Música Litúrgica que promulga la Conferencia del Episcopado Mexicano en 1997: a) Formación Cristiana, b) Formación Litúrgica y c) Formación Técnica, lo ofreciéramos como un material de apoyo para la formación de los numerosos coros parroquiales que hay en nuestras diócesis y que requieren una adecuada capacitación y formación.

Este proyecto ha sido concluido y lo presentaremos, Dios mediante, el día 13 de octubre del presente a las 10.00 hrs. en el auditorio «Cirilo Conejo» del Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez, en esta ciudad de Santiago de Querétaro.

Nos sentiremos altamente honrados con su presencia.

Atte:

Pbro. Benjamín Vega Robles
Coordinador de la Dimensión de Música Litúrgica Diócesis de Querétaro

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Santiago de Querétaro de Querétaro
Jueves 18 de Agosto de 2011

Asunto: Invitación a todos los jóvenes católicos que participan en los coros de templos y parroquias de nuestra Diócesis de Querétaro.


Que la alegría de Cristo llene nuestros corazones de esperanza y alabanza:

Este año celebramos 27 años de que se inició la experiencia del canto vocacional en nuestra Diócesis. Los frutos son muchos en nuestras parroquias y además a nivel diocesano la existencia de una Red de Músicos Católicos para evangelizar.

Este Festival es un evento en nuestro proceso diocesano de pastoral. Desde el año pasado se integró teniendo como tema Recomenzar desde Cristo y este año el tema será el que nos marca la segunda prioridad diocesana: Refundamentar la Familia. Con tal motivo queremos invitar a todos los coros de nuestras parroquias para que participen en su decanato en el festival del canto vocacional de eliminatoria que se hará en coordinación con los encargados de la pastoral vocacional y juvenil de dicho decanato.

La fecha la acuerda cada decanato en el periodo de septiembre a noviembre, previo al evento final que se tendrá Dios mediante el día 27 de Noviembre en el Jardín Guerrero del centro de nuestra ciudad episcopal de Querétaro. En este día de la final se tendrá la clausura del año de la familia y el concurso del canto vocacional a nivel diocesano, participando los coros que hayan elegido en cada decanato.

Aprovechamos este medio para invitar a todos los coros parroquiales a tomar los cursos sabatinos de formación litúrgico musical impartidos por la Escuela de Música Sacra. Las fechas son las siguientes: Agosto 20; Septiembre 10; Octubre 15; Noviembre 19; Diciembre 10; etc.

Esperamos contar con su apoyo y con su presencia para seguir expresando lo que el Espíritu de Dios nos inspira y que es oportunidad de crear cultura vocacional, pues sabemos que la música es el lenguaje universal con el que se comunican los jóvenes.

Agradecemos también a todos los sacerdotes su apoyo, su tiempo y su colaboración para la realización de este festival del canto vocacional.

Dios les bendiga a todos!

Atentamente:

Pbro. Rogelio Balderas Balderas
Coordinador de la Pastoral Vocacional Diocesana

Pbro. Benjamin Vega Robles
Coordinador Diocesano de la Dimensión de Música Litúrgica

Pbro. Jaime Francisco Gutiérrez Jiménez
Presidente de la Comisión Diocesana de Pastoral de Familia Juventud, laicos y Vida.

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XXVIII Domingo Ordinario Ciclo A
1. Lectura del texto: Mt 22,1-14
(Se pide la luz del Espíritu Santo)
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría: dame mirada y oído interior para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre las realidades del Espíritu. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor: haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad: concédeme llegar al conocimiento de la verdad en toda su plenitud. Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que lanza a la vida eterna: concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin. Amén.

(Cada uno lee en su Sagrada Escritura)

Repasar el texto leído
(Se pregunta a los participantes y responden leyendo los versículos en su Biblia)

¿A qué es semejante el Reino de los Cielos? v.2 ¿A dónde envió a los siervos? v.3 ¿Qué encargo dio a los otros siervos que envió? v.4 ¿A dónde se fueron los que no hicieron caso? v.5 ¿Qué pasó a los siervos? v.6 ¿Qué hizo el rey cuando se enteró? v.7 ¿Qué dijo el rey a los siervos y qué les ordenó? vv.8-9 ¿Qué hicieron los siervos? v.10 ¿A quién vio el rey cuando entró a saludar? v.11 ¿Qué dijo el rey a quien no traía traje de fiesta? v.12 ¿Qué ordenó el rey a los sirvientes con respecto a aquel hombre? v.13 ¿Quiénes son muchos y quiénes son pocos? v.14

Explicación del texto
Esta parábola está entreverada de rasgos alegóricos, como la del domingo anterior de los viñadores homicidas. Las dos buscan dar una misma enseñanza: el rey es Dios; el banquete de bodas es la felicidad mesiánica, el hijo del rey es el Mesías; los enviados del rey son los profetas y los apóstoles; los invitados que hacen caso omiso de ellos o los ultrajan son los judíos; los que son llamados de los caminos son los pecadores y los gentiles; el incendio de la ciudad es la ruina de Jerusalén en el año 70 d.C. A partir del versículo 11 cambia la escena, se combina con el tema del Juicio final. El hombre que responde a la invitación debe llevar vestido de fiesta, es decir, la fe debe ir acompañada de obras de justicia.

En el contexto de las dos parábolas anteriores, la que hoy leemos lleva el mismo sentido. Es una parábola polémica que quiere revelar a los judíos representados en sus autoridades: los sumos sacerdotes y los ancianos, la gravedad de su rechazo a Jesús.

El reino no es semejante a un rey, más bien, en el reino inaugurado por Cristo sucederá lo que va a contar la parábola. En el Antiguo Testamento y en el judaísmo se suele presentar a Dios con los rasgos de un rey. Este rey prepara la fiesta de bodas de su hijo, será un banquete regio, que duraba varios días, por eso se habla de «banquete de bodas». Sin duda que los oyentes cristianos pensaban inmediatamente en Jesús, el Mesías, como el Hijo del rey, y en el banquete como preparación del banquete pascual.

La respuesta a la invitación no es fruto de predisposiciones del momento, sino de una decisión voluntaria. Las invitaciones para las bodas estaban reguladas pos costumbres muy concretas. El invitado esperaba que le fuera comunicado los nombres de los demás invitados, y que además de la primera invitación, unos enviados lo llamaran el día del banquete. En el caso de la parábola, al parecer se refiere a los enviados que hacen la segunda visita para confirmar su asistencia.

San Mateo nos enseña que los invitados no se preocupan de la invitación, son negligentes e indiferentes. Se refiere probablemente al rechazo de la predicación cristiana inmediatamente después de la pascua. Mientras que la primera responde al rechazo de Jesús por sus contemporáneos. San Mateo también representa el rechazo y la persecución de los discípulos de Jesús por la sinagoga judía, en aquellos criados que fueron violentamente tratados. La indignidad de los invitados no consiste en defecto o ignorancias naturales, sino en su negativa a participar del banquete.

La entrada en el banquete es gratuita, pero no se debe olvidar que es un banquete regio. Por lo tanto exige una buena presentación. Dios examina a su nuevo pueblo, le pide el vestido de la justicia, de la fidelidad nueva, de las bienaventuranzas, de las obras y la oración desde el corazón como se muestra en los capítulos 5-7. San Mateo recuerda las exigencias prácticas a los numerosos pagano-cristianos de los años 80-90 que se había convertido. La multitud de los llamados serían los judíos que rechazaron el reino; pero sólo entran los pocos que se muestran dignos, los verdaderos justos.

2. Meditación del texto
(Cada participante puede compartir su reflexión personal)
San Mateo ha unido aquí dos parábolas: la de los invitados al banquete, y la del invitado que no lleva vestido apropiado. Quiere explicar de esta manera que quienes entran a formar parte de la Iglesia deben expresar con obras su vocación cristiana. Formar parte de la comunidad es semejante a participar en un banquete, se estrechan los lazos de familiaridad, se hacen verdaderas alianzas y fuertes relaciones. El estatus de una persona podía muy bien medirse por la gente que frecuentaba su mesa. En ocasiones muy especiales, como la boda de un hijo, la selección de los invitados era minuciosa; se tenía el cuidado de invitar a personajes importantes, porque su presencia contribuía a realzar el estatus y el honor de la familia. Los que formamos parte de la Iglesia debemos considerar cuánta importancia tenemos para nuestro buen Padre Dios, que quiere que formemos parte de su familia, nos invita a tomar parte en su misma vida. «Por medio de Cristo tenemos acceso al Padre en el Espíritu Santo y participamos de su naturaleza divina. Por su Palabra Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y vive con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía» (Cf. DV 2).

Por desgracia muchos aún en nuestro tiempo no están dispuestos a responder con generosidad a esta invitación. Se niegan como en la lectura a participar del banquete del Hijo de Dios: su Palabra, su Cuerpo, su misma vida. En el tiempo de Jesús, rechazar una invitación como esta era casi algo impensable, y suponía una ofensa grave cometida a quien invitaba. A la ofensa que le hacen, el rey de la parábola responde invitando a todos los que se encuentren por los caminos, gente que nunca se habría sentado a la mesa de un personaje tan importante, y menos de un rey. Los primeros cristianos vieron en esta parábola la explicación de lo que estaban viviendo: la buena noticia del reino era mejor acogida por los paganos y pecadores que por los judíos. Los cristianos debemos considerar la elección que Dios ha hecho de nosotros en Cristo, y no debemos imitar a quienes lo rechazaron por falta de fe y de confianza. Los líderes religiosos confiaban más en ellos y en sus méritos personales que en Dios mismo, por esa razón Jesús les puso como ejemplo a los pobres y aún a los pecadores que sabiendo que no tenían de qué presumir confiaron y se convirtieron de corazón a Dios.

Nosotros los bautizados somos los invitados que llenamos la casa de la Iglesia. Pero no por eso tenemos asegurada la salvación, no es suficiente con haber aceptado la invitación. Es necesario un estilo de vida que ponga en práctica las enseñanzas de Jesús. El rey no pide algo imposible a los invitados de los caminos. El anfitrión habría preparado vestidos apropiados, como era costumbre, para aquellos que llegaran al banquete sin ellos. Jesús nos ha hecho creatura nuevas, nos ha revestido de justicia y santidad. El invitado de la parábola rechazó este vestido. Dios ha llamado a todos a participar del banquete del reino, pero sólo serán admitidos aquellos que hayan respondido a la invitación cambiando su estilo de vida.

3. Compromiso personal y comunitario
(Cada participante puede proponer compromisos personales y comunitarios)
- En un momento de oración da gracias a Dios porque te ha invitado a su familia que es la Iglesia, por el bautismo.
o Agradece a tus padres y padrinos porque te acercaron al bautismo.
o Intégrate a un grupo o movimiento en tu parroquia donde alimentes tu fe y tomes conciencia de tu ser de Iglesia.
o Vive los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía que te renueven constantemente.
o Trabaja por cultivar la virtud que más necesitas.
o Participa en algún ministerio de servicio a la comunidad que manifieste tu crecimiento espiritual.

4. Oración.
(Se puede hacer una oración donde participen quienes gusten en voz alta y den gracias a Dios por la Palabra escuchada o recitar alguna oración ya formulada)

Salmo 22. El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdades praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.

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Conquista, pacificación y evangelización de la Sierra Gorda
Desde el Siglo XVI los padres agustinos habían establecido varias misiones en la Sierra; en 1537 los agustinos enviaron a cristianizar a los indígenas de la Sierra Alta, así llamada la cordillera de elevadísimas cumbres de los estados de Hidalgo y Veracruz, donde no habían incursionado misioneros franciscanos ni dominicos. Fray Juan de Sevilla y Fray Antonio de Roa fueron piedras fundamentales de la Iglesia organizada en forma de Diócesis de Tulancingo, Huejutla y Valles.
El clérigo Luis Gómez se hizo Ermitaño Agustino para dedicarse a la Evangelización de los entonces caníbales chichimecas de la Sierra Gorda en el año de 1549; trabajo mucho y convirtió a muchos de aquellos soberbios bárbaros que comían carne humana; siempre anduvo a pie subiendo y bajando, hambriento pues sus anfitriones sólo se alimentaban de la cacería, pero logró que lo amaran, lo obedecieran y lo veneraran.
Cuando Fray Alonso de la Veracruz fue prior provincial de la Provincia del Santo Nombre de Jesús de México «fundo el Convento de Xilitla frontera de chichimecas en el año de 1550. «País de Sierras muy fragosas de temple cálido y los indios muy bárbaros, toda su experiencia era el arco y flecha».

Los AGUSTINOS DEL CONVENTO DE XILITLA hacían correrías por el Lobo, Tilaco, Tancoyol; Landa, Jalpan, Conca y hasta un lugar llamado Hueyacapulco; en esos parajes construían jacales para el culto y la doctrina, para cocinar y comerse sus alimentos y para el natural reposo.

En el pueblo de Jalpan, se establecieron los misioneros agustinos. Los indomables jonaces y pames, genéricamente llamados chichimecas hicieron muy azarosa su misión y la construcción de algún conjunto conventual no perecedero, reduciendo sus edificaciones a jacales con muros de adobe y techos de zacate, fecundando solamente esta región con la sangre de tres frailes mártires. Dos años más tarde, un cacique llamado Lohomabe de Tanchaycha con los indios de Tancoyol quemó los jacales de Jalpan y ahí mato a los frailes

FRAY FRANCISCO DE PERALTA
FRAY AMBROSIO DE MONTESINOS
Y FRAY ALONSO DE LA FUENTE

juntamente con varios indígenas cristianos. Los edificios incendiados eran de adobe y tejas de tejamanil. Los agustinos, no se intimidaron con los frecuentes asaltos chichimecas, sino más bien estimulados con el martirio de sus hermanos, y ayudados económicamente del encomendero Luis de Carbajal, se dice que levantaron una Iglesia y un monasterio de cal y canto, con la amplitud y solidez de su estilo arquitectónico, los agustinos hicieron lo mismo en Concá, la Barranco y, probablemente, en Ahuacatlán.

Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga

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DE PARROQUIA EN PARROQUIA
Pbro. Reynaldo Huerta Cerna
deparroquiaenparroquia@hotmail.com
María Puerta del Cielo
Arboledas del Parque, Municipio de Querétaro, Qro.

¡LOS SALUDO CON EL GUSTO DE SIEMPRE! Los antecedentes de esta parroquia los encontramos en el mes de marzo del año de 1978, cuando el padre Prisciliano Hernández Chávez inició las celebraciones de la Santa Misa en lo que ahora es la colonia Bolaños. Al año siguiente se consiguió el terreno, y con mucho esfuerzo se fue levantando el templo de Santa María Puerta del Cielo. Ahora es un sitio de mucho movimiento y de una población enorme. En aquellos tiempos, apenas había algunas casas. El padre Prisciliano, según me dijo la señora Alicia Escudero de Reyes, quien todavía es la sacristana del templo de Santísima Trinidad, colgaba el Santo Cristo en los brazos de un garambullo.
Poco a poco, la parroquia fue creciendo al ritmo que creció la población. Se consiguieron más terrenos para los templos y los espacios para el ejercicio de la pastoral. La segunda Iglesia que se construyó fue la de la colonia de «Rancho San Antonio», dedicada a Santa María de Guadalupe Salud de los Enfermos.
Luego vino la construcción del templo de la Santísima Trinidad ubicado en la calle de Prolongación Corregidora norte. Se trata de un edificio impresionante por sus dimensiones y la modernidad de sus formas. Tiene un amplio estacionamiento. La sacristía es enorme y cómoda.
Todo este trabajo eclesial fue encomendado a la «Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo» con un decreto promulgado el día de la Natividad de la Virgen Santísima, el 8 de septiembre de 1979 y firmado por el Excmo. Señor Obispo Don Alfonso Toriz Cobián, de feliz memoria.
En 1998 se inició el trabajo pastoral en la comunidad de «El Campanario». Se consiguió el terreno y se iniciaron las celebraciones de la Eucaristía. Se realizó un buen proyecto arquitectónico, el cual constituye un reto para quienes administran ahora.
Hay que anotar que hace tres años, el 11 de septiembre del 2008, nació una nueva parroquia, la que lleva por nombre «Santa Teresa del Niño Jesús». 3 comunidades grandes que antes pertenecían a «María Puerta del Cielo», pasaron a formar parte de esta nueva parroquia: Rancho San Antonio, Lomas del Marqués y El Campanario.
Un día antes de mi visita a esta parroquia, hablé con el Señor Cura Párroco el Pbro. Lic. Antonio Gómez Elisea CORC, él amablemente, me hizo favor de darme por escrito, estos datos que ahora estoy mencionando. Lo que sigue son palabras textuales del Padre Antonio:
«Pastoralmente hablando podemos decir que es una comunidad viva, movida bajo la fuerza y la Gracia del Espíritu Santo. Al respecto podemos decir que tenemos todas las pastorales programadas en el Plan de pastoral diocesano.»
«Igualmente contamos con algunos grupos y movimientos en los que se destacan 7 comunidades neocatecumenales, 15 centros de reunión del Sistema de Evangelización Integral, es decir SINE. Quiero destacar que la fuerza de la evangelización está en verla como un proceso gradual y permanente; en esta comunidad parroquial hemos sido muy favorecidos por la «Escuela de Pastoral Parroquial», cuyo lema es: «Todo con el párroco, nada sin el párroco».
«Lo prioritario en esta parroquia consiste en apoyar procesos de evangelización y el cuidado exhaustivo de no caer en el sacramentalismo».
«Queremos también ser una parroquia siempre nueva evangelizada y evangelizadora y esto lo vamos consiguiendo a través de SINE, quienes con frecuencia son enviados a llevar el Kerigma por las calles y casas para ir integrando a las familias en pequeñas comunidades. Es de considerarse el cuidado que tenemos en la expresión litúrgica. Buscamos que la liturgia luzca su belleza y armonía para adentrarnos al misterio».
«Una vez que se acortaron las dimensiones de la parroquia, nos quedamos con 2 comunidades, María Puerta del Cielo y Santísima Trinidad, por lo que ha sido más fácil de atenderse este espacio parroquial, por lo que hemos podido embellecer los 2 espacios que ahora tenemos».
«En cuanto a un mensaje, simplemente agradecer a Dios el que nos haya permitido crecer como parroquia y establecer los principios y fundamentos de la nueva parroquia de Santa Teresa del Niño Jesús, y por toda la obra pastoral que se ha emprendido con la fuerza de los laicos y la Gracia del Espíritu en cada uno de ellos. Todo ello para nuestra salvación y salvación de las almas».
Cuando llegué al templo de la Santísima Trinidad, el padre Erick Sánchez Ramírez CORC, quien es vicario parroquial, estaba celebrando la Santa Misa, por lo que estuve platicando cordialmente con el padre Filiberto Cambronne Hernández CORC, quien también es vicario parroquial. El padre Filiberto me compartió que ellos, los sacerdotes de la Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo, viven en comunidad, en el anexo de la parroquia de San Isidro Labrador de la Colonia Pathé.
Me atreví a preguntarle a padre Filiberto la razón por la que, estando esta parroquia, en un territorio que geográficamente enmarcado por el Decanato del Santo Niño de la Salud, ellos se reúnen con el decanato de Santiago. Me dijo que desde siempre ha sido así; pero que, ahora que se erigió la parroquia de Álamos, él mismo cayó en la cuenta de que efectivamente hay algo extraño en este asunto, ya que prácticamente están aislados dentro del marco geográfico de otro decanato. Desde mi muy escaso punto de vista, creo que al reunirse, estos 3 sacerdotes, con el decanato que les corresponde, podrían enriquecerlo con sus experiencias de Fe y su acontecer pastoral, dentro nuestra diócesis, y nuestra Madre la Iglesia.
Me despedí del padre Filiberto y de la señora Alicia y continué mi caminar «De Parroquia en Parroquia»….
¡QUE DIOS NOS CONSERVE ALEGRES EN SU SANTO SERVICIO!

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Liturgia : capsula litúrgica
La fuerza comunicativa de las Imágenes

¿Qué papel juegan las imágenes en nuestra celebración cristiana?
No hace falta insistir en su valor humano. Desde las pinturas rupestres prehistóricas hasta el aluvión de imágenes electrónicas que se nos ofrecen hoy, el lenguaje visual se demuestra expresivo y eficaz. Y también lo es para el ambiente de nuestra fe y de la celebración litúrgica.
La imagen sagrada tiene un lenguaje propio, visual y simbólico, que ayuda nuestra celebración. Ayuda a que la Palabra (el «logos») se haga Icono.
No sólo nos recuerda la existencia de Cristo, o de la Virgen María, o de un santo determinado; no sólo nos notifica o describe o nos informa sus características. La imagen de alguna manera crea cercanía, es mediadora de una presencia, nos lleva a una comunión. Una imagen de la Virgen nos invita a sentirla cercana.
No sólo a saber teóricamente que en el misterio de la salvación cristiana existe la Madre del Señor, sino a sentirnos en unión con ella. La imagen es «sacramento» de la realidad. La imagen, más allá de una enseñanza, o de la mera dimensión estética está ahí con un mensaje de presencia. Nos ayuda a la contemplación y a la oración meditativa.

Nos invita a una actitud personal de respuesta ante la persona representada en la imagen. La imagen nos aproxima a lo trascendental, nos guía a la comprensión y la celebración del misterio cristiano. La figura de la Cruz o la representación de Cristo como Buen Pastor o como Maestro, la imagen de la Virgen o la de un Santo cercano a nuestras vidas, tiene fuerza comunicativa, nos ayudan a elevarnos y hacen más fácil y espontánea nuestra respuesta de fe y de veneración. Se ha dicho que una imagen es la oración hecha arte, o cuadro, o estatua. No porque ella contenga estas actitudes, sino porque nos introduce a nosotros en esta dinámica dialogal. Naturalmente, esto sucede sobre todo en el contexto de una celebración.
La imagen no es un elemento aislado; va unida a la Palabra proclamada, a la oración, a la acción sacramental, al lenguaje el canto y a la música. La imagen, a través de la percepción visual, da fuerza al mensaje de la palabra. La palabra (oraciones, lecturas, canto), a través de la percepción auditiva, da sentido a la imagen y la dirige a su realidad última. La finalidad más profunda de la imagen es la fe de la comunidad.
(José Aldazábal. GESTOS Y SÍMBOLOS. Dossiers. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona. 1989).
http://diocesishuajuapan.org.mx

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