martes, 19 de agosto de 2008

Comunión Querétaro N°547 10/Agosto/2008 Toma posesión nuevo Arzobispo de Tulancingo






Mons Arandadíaz: «la gracia del señor le asistirá»
En su intervención, Mons. Arandadíaz enfatizó que no fue Domingo quien eligió venir como pastor a esta iglesia, a pesar de que hubo propuestas a su favor.
«Fue Cristo el que te escogió y te envió, por eso, con fe, vemos en ti al que viene en el nombre del Señor. Y en esta fe estamos dispuestos a obedecer la voluntad divina», indicó.
«Con esperanza firme, estamos seguros de que la gracia del Señor te asistirá para encontrar la solución de numerosos problemas y abrir confiadamente nuevos y mejores caminos para esta encomienda del Señor.
«Queremos que el amor sea la característica fundamental de las relaciones de esta iglesia con su pastor, y estamos ciertos que desde el momento en que aceptaste, se encendió, por obra del Espíritu Santo, una llama de caridad pastoral hacia todos nosotros», dijo.
Agradeció el apoyo que le han brindado, durante su desempeño como obispo y luego como arzobispo de la mencionada sede, autoridades eclesiásticas, sacerdotes, autoridades civiles y sociedad en general.
«Don Pedro, un hombre que ha dejado huella»: Mons PIERRE
Al respecto, el nuncio apostólico de México, Mons. Christophe Pierre, agradeció, a nombre del papa Benedicto XVI, el tiempo (33 años) que dedicó, como pastor de esta iglesia en la Diócesis de Tulancingo, monseñor Pedro Arandadíaz Muñoz.
«Don Pedro, usted ha dejado una huella profunda en el corazón de todos los fieles sacerdotes y de la comunidad católica», expresó. Usted, agregó, ahora entrega esta iglesia, «su esposa», a su sucesor, y ciertamente él va a caminar, como usted, en la fidelidad.
«Siendo un buen pastor, cuidando a cado uno de ustedes; ayudando a cada uno de ustedes a crecer, como nos dijo Don Pedro: en la fe, en la esperanza y en la caridad», mencionó.
Siete respuestas para siete preguntas
Al finalizar la celebración, en su mensaje oficial, el ya segundo arzobispo de Tulancingo respondió públicamente a siete preguntas que, dijo, le fueron planteadas, con anterioridad, no sólo por periodistas, sino por un niño, una pareja, un adulto mayor, una hermana religiosa y un párroco.
Sobre cuáles serán sus prioridades, contestó: «Los sacerdotes -«incluyendo los seminarios»-, la familia, los pobres y los jóvenes», en el citado orden.
De la iglesia en que sueña, respondió: «Una iglesia solidaria, activa y misionera».
Respecto a que si don Pedro Arandadíaz es su primo, o su tío, dijo que ninguno de los dos parentescos. «Es mi hermano, por bautizo, sacerdocio y episcopado, y lo vamos a tratar como hermano mayor», puntualizó.
-¿Cómo se siente?, le preguntó, dijo, un niño, y ayer respondió: «Me siento como un niño al amanecer de un Día de Reyes; es decir, me siento contento. Como el atleta al iniciar el maratón: con ganas de triunfo».
Al hablar sobre reorientación ahora, u orientación después, comentó: «Es mejor que iniciemos ahora y continuemos después, porque es mejor dar que recibir; es mejor educar que castigar; y es mejor aconsejar que regañar...»
Del aborto y la eutanasia, señaló: «Siempre estaremos a favor de la vida. No entren en controversia con el Dios de la Tierra, porque estoy seguro que van a salir perdiendo».
Y la séptima pregunta fue: ¿Qué espera de la juventud? «Espero que los jóvenes sean mejores que nosotros, porque si ustedes no son mejores que nosotros, la Iglesia no crece, la cultura no avanza, la política no mejora, la economía no suma, la santidad no brilla, la unidad se confunde y la caridad se pospone», citó.
Nada seguro sobre la visita del Papa
Al concluir la Celebración, el nuevo arzobispo de Tulancingo, Mons. Domingo Díaz Martínez, acompañado del nuncio apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, y del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ofrecieron una conferencia de prensa. Ahí dieron a conocer que nada hay seguro sobre la visita de su Santidad, Benedicto XVI, a México, en enero próximo. La información que ha dado a conocer el vocero oficial del Vaticano, señaló Pierre, debe ser respetada.
Asimismo, Mons. Díaz Martínez leyó un comunicado de prensa donde deja claro que obedecerá las disposiciones de su Santidad, seguirá fiel la Palabra de Dios y entablará permanente comunicación con los obispos de Tula, Juan Pedro Juárez, y Huejutla, Salvador Martínez, para poder caminar juntos como hasta hora se ha hecho. Finalmente, informó que su lema será «El Señor es mi Fuerza» y anunció que seguirá el respeto y la colaboración con las autoridades estatales y municipales de Hidalgo, Puebla y Veracruz, estados donde se encuentra la demarcación de la Arquidiócesis.

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